El house sitting permite disfrutar de unas vacaciones sin coste a cambio de responsabilizarse del cuidado de la vivienda y de la mascota del propietario. Como vemos, se trata de una modalidad de alojamiento muy particular, mediante la cual es posible disfrutar de una estancia de varios días en una casa sin tener que pagar el alojamiento. Estamos, por lo tanto, ante un servicio diferente dentro del sector residencial inmobiliario que ya se realiza en todo el mundo y que también ha llegado a España. Una particularidad que tiene este servicio es su carácter universal; como hemos dicho, el house sitting se practica en todo el mundo, lo cual permite viajar y conocer países sin gastar nada en alojamiento. Desde luego, esto es algo muy ventajoso para el inquilino pero también lo es para el propietario, que muchas veces se ve en la tesitura de tener que dejar su casa vacía cuando sale de vacaciones, situación que resulta todavía más compleja cuando tiene alguna mascota. El house sitting permite que el propietario tenga tranquilidad, pues sabe que su casa estará vigilada y su mascota atendida en su ausencia. Es importante decir que en el caso de las mascotas (especialmente si se trata de gatos) suele recomendase que no sean desplazadas de su entorno habitual, pues esta situación puede producirles estrés. Por esto en muchos casos sus dueños buscan a un cuidador de confianza para que los atienda durante su ausencia en su propia casa; el house sitting se revela como una gran solución para ellos, pues les permite tener un cuidador que se ocupará de la casa y de su mascota y además no les supondrá un gasto.

SITUACIÓN VENTAJOSA PARA LAS DOS PARTES
¿Qué hay que hacer para poder practicar house sitting? Principalmente cumplir con un requisito: tener la plena confianza del propietario. Para ello, el candidato deberá demostrar sentido de la responsabilidad y amor por los animales. Hay que decir que este servicio inmobiliario suele ofertarse a través de plataformas especializadas que se encargan de hacer la selección de candidatos y ponerlos en contacto con los propietarios. El servicio que deberá prestar el candidato es alimentar a diario a la mascota y hacerle compañía (pasearlaen caso de que sea un perro), además de llevarla al veterinario en caso de que sea preciso. Por otro lado, deberán ocuparse de cuidar y limpiar la casa, así como de regar las plantas de las que disponga el propietario. A cambio disfrutará de una estancia totalmente gratuita en esa vivienda por el tiempo que se haya acordado. Como se ve, puede ser una situación muy ventajosa para las dos partes (hay que pensar que para un propietario que tiene mascotas y plantas las vacaciones pueden suponer un quebradero de cabeza si no cuenta con alguien que las atienda).

TAMBIÉN EN EL SECTOR DEL LUJO
Generalmente las plataformas que ofertan house sitting suelen pedir a sus usuarios el pago de una cuota al año que les da la opción de disfrutar del servicio. Al contratarlo, el inquilino se compromete a hacer un uso responsable de la casa que ocupe (puede recibir visitas pero suelen prohibirse las fiestas). Cuando el servicio termina, el propietario puntúa al inquilino y deja una reseña, lo cual les permite a otros propietarios tener referencias de él. En contra de lo que pueda pensarse, el house sitting no es una opción dirigida a un público que busca exclusivamente el ahorro; en muchos casos lo que se busca es vivir una experiencia diferente cambiando el concepto tradicional de vacaciones. Prueba de ello es que ya es posible encontrar este servicio en el sector del lujo; así, se puede disfrutar de unas vacaciones en una vivienda exclusiva de Londres o Nueva York sin pagar por el alojamiento: bastará con cuidar de las mascotas de su propietario y hacerse cargo del mantenimiento de la casa.
Imágenes: freepik






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