El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el Plan Reside con el fin de regular los pisos turísticos (VUT) en el centro histórico de la ciudad. La normativa persigue proteger este distrito para favorecer que los madrileños residentes sigan habitando en él y evitar que el turismo crezca de forma excesiva en la zona centro de Madrid. Hace un año hablábamos en este blog de las medidas que se estaban adoptando para impedir las VUT ilegales en la capital. Entonces decíamos que desde el ayuntamiento se buscaba tener un control sobre este tipo de viviendas para que estuvieran dentro de la legalidad. Un año después, el auge del turismo sigue obligando a tomar medidas para evitar que el casco histórico de la ciudad se vacíe de residentes, de ahí que se haya aprobado este plan. Pero, ¿cuáles son sus líneas de actuación? Resumidamente podemos decir que tratará de impedir que haya pisos turísticos en comunidades de vecinos, restringirá la transformación de locales comerciales en pisos turísticos y fomentará el alquiler asequible en edificios históricos que se encuentran desocupados. Ya habíamos dicho hace un año que se habían endurecido las sanciones para quienes no cumpliesen la ley respecto a las VUT, con unas multas que podían llegar hasta los 190.000 euros: ahora el Plan Reside refuerza el control sobre los pisos turísticos para proteger el ámbito residencial.

TRES PUNTOS PRINCIPALES
Desde el ejecutivo madrileño se insiste en que el Plan Reside no pretende acabar con los pisos turísticos, sino regular su uso para que no perjudique al residente. Se calcula que uno de cada tres turistas que vienen a Madrid reside en un piso turístico. Se trata, por lo tanto, de un servicio importante en la capital que debe seguir funcionando, pero es clave que lo haga dentro de la legalidad para que se protejan los derechos de los residentes. Se espera que el próximo mes de agosto entre en vigor el Plan Renove, que está construido en base a tres puntos principales: controlar la oferta turística, aumentar el ámbito residencial y mejorar la convivencia entre turistas y residentes. El plan ha tenido en cuenta que en el centro de Madrid la presencia de VUT es considerablemente mayor que en otras zonas, por lo que las condiciones para regular estas viviendas allí son más severas. Así, en el centro histórico se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales y se impide la creación de pisos turísticos en plantes bajas, incluso aunque tengan una entrada independiente. Sí que se podrán crear pisos turísticos en el centro en edificios de uso residencial que tengan protección, estén obsoletos y se ubiquen en una calle no comercial, si bien deberán contar con una licencia de rehabilitación y restauración del edificio, y su uso se restringirá a 15 años como máximo. Pasado este tiempo, el piso deberá tener de nuevo un uso residencial.

VUT: SÓLO EN PLANTAS BAJAS O PRIMERAS PLANTAS
Una de las novedades que implica el Plan Reside es que ahora sólo se podrá instalar una VUT en una planta baja o en una primera planta (hasta ahora no había ninguna restricción al respecto y se podían instalar en cualquier ubicación del edificio). Por otro lado, se prohíbe la transformación de locales comerciales en pisos turísticos dentro del centro histórico, así como en algunas calles terciarias importantes que se sitúan fuera del centro (como por ejemplo la calle Bravo Murillo, Alcalá o Clara del Rey, entre otras). El año pasado se cerraron 405 viviendas turísticas en Madrid, y un total de 293 viviendas volvieron a destinarse al uso residencial.
Imagen 01: Tomás Fano
Imagen 02: Javier Martín Espartosa