Vivir en el corazón de Chamberí y además disponer de jardín, piscina y unas maravillosas vistas de Madrid parece un sueño, ¿verdad? Pues no lo es. En Estate One nos hemos quedado prendados de este precioso chalet construido en una azotea del barrio de Chamberí. Sí, has leído bien: ¡un chalet en una azotea! Esa es la idea con la que juega esta original vivienda, que traslada el concepto de apartamento o chalet a las alturas de un duodécimo piso.

No es nada habitual encontrarse con este tipo de inmuebles en zonas tan privilegiadas, y cuando a una localización única se le suma un estupendo trabajo de arquitectura el resultado es tan espectacular como el de esta vivienda. ¿Quieres saber un poco más de ella?

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Idoia Otegui, la arquitecta que realizó el proyecto de este inmueble, hablaba de este trabajo como un sueño hecho realidad. Pocas veces ocurre que encontramos esa oportunidad deseada, ese proyecto soñado que tanto nos gustaría materializar, pero Idoia tuvo la suerte de poder realizarlo.

Una casa que une lo mejor de la gran ciudad con el relax del campo: una azotea única, alejada del mundanal ruido pero a la vez tan cerca de Madrid, como así lo muestran las maravillosas vistas en 360 grados de la ciudad que pueden verse desde su zona superior.

El chalet se sitúa en la planta doce de una torre construida en los años 60 y se accede a él a través de un jardín en dos niveles que cuenta con una piscina en forma de riñón (todo un clásico de las construcciones americanas de los años 50 y 60). La casa tiene ochenta metros cuadrados y a nosotros nos ha parecido uno de los lugares más bohemios que pueden encontrarse para vivir en el Barrio de Chamberí.

UN OCTÓGONO PARA TOCAR EL CIELO

Este apartamento de lujo cuenta con dos estancias: en su planta inferior se sitúan los espacios principales (cocina, baño y un salón con chimenea de mármol y boiserie de madera), pero si subimos la escalera de caracol llegamos hasta lo más espectacular.

Allí se encuentra la planta superior donde nos encontramos con una sorpresa tan extraña como fascinante: una estancia octogonal acolchada rodeada de ventanas en 360º.

Es un sobrecogedor mirador y nada más. ¿Para qué está pensada esta estancia de la casa? Para nada en concreto, o mejor dicho, para todo; para descansar y recrearse, para contemplar Madrid y el cielo en una panorámica infinita, para disfrutar, para pensar, para soñar.

Al conocer este lugar hemos visto el refugio soñado por cualquiera, ese escondite secreto del Barrio de Chamberí desde donde puede espiarse la ciudad sin que nadie lo sepa, sin que nos vean, suspendidos en el cielo. Un lugar mágico con una ubicación mágica que hacen de esta azotea una vivienda incomparable.

Fotografías: Miguel de Guzmán