El año 2015 que acaba de terminar ha cerrado con buenas perspectivas para la vivienda española después de muchos años consecutivos muy difíciles para el sector inmobiliario. Cuando en septiembre hablábamos en este blog de la venta de pisos en España ya decíamos que se atravesaba por un buen momento y que podía empezar a hablarse ya de cierta recuperación. Estos datos se han consolidado durante 2015 y el año cierra como uno de los mejores para la vivienda española en los últimos tiempos.

UN NUEVO CICLO

Con los datos de 2015 en la mano se puede afirmar que este año ha supuesto el inicio de un nuevo ciclo para el sector inmobiliario español. Esto podría suponer el final de la crisis para la vivienda en nuestro país, que se prolongaba desde el año 2007 y que empezaba a ver la luz al final del túnel en 2013. Un año después, en 2014, ya era un hecho que ciudades como Madrid o Barcelona experimentaban una recuperación indiscutible en la venta de viviendas; también sucedía en otras ciudades, pero a un ritmo más lento.

Ha sido en este 2015 cuando se ha experimentado un mayor auge en la venta de casas, producido principalmente por el crecimiento del mercado del suelo. Se estima que el precio del suelo ha crecido hasta casi un 10% en 2015, una cifra que no se alcanzaba desde hace una década.

MADRID: EL DESAFÍO DE LA FALTA DE SUELO

A pesar de los buenos datos, todos los expertos coinciden en que deben tomarse con precaución. En Madrid el crecimiento del mercado del suelo también ha ido de la mano con un problema: la falta de suelo para construir nueva vivienda. Esta circunstancia amenaza la oferta de casas nuevas en muchas zonas de la capital y también apunta a una posible subida de precios en el mercado en un espacio de tiempo no muy largo.

Se estima que han sido 45.000 las viviendas construidas en 2015, y esta cifra puede aumentar considerablemente en 2016 (quizá hasta alcanzar las 60.000 viviendas). Es un hecho que Madrid se enfrenta ya a la falta de suelo para construir, todo un desafío para el sector inmobiliario y un problema que deberá gestionarse con políticas de regeneración urbana.