Las plazas de garaje son uno de los productos más interesantes del mercado inmobiliario y su demanda se ha elevado considerablemente en los últimos tiempos. Algunas de las ventajas de las plazas de garaje es que son sencillas de gestionar y apenas requieren mantenimiento, lo cual ha provocado que bastantes inversores hayan decidido apostar por este producto para mejorar sus ingresos a final de mes. Este auge reciente por las plazas de garaje ha provocado que los precios suban, lo cual a su vez ha provocado que su rentabilidad baje un poco. Si en el año 2023 las plazas de garaje ofrecían un 7,1% de rentabilidad bruta anual cuando se ponían en alquiler, en 2024 la rentabilidad bajó hasta el 6,5%. Esto significa que la rentabilidad de una plaza de garaje hoy en día puede equipararse a la que había en el año 2016, pues entonces se obtenía un 6,4%. Como decíamos antes, las plazas de garaje se han encarecido; en 2024 subieron un 10,2% hasta situarse en una media de 13.770 euros. Podemos decir que la subida fue generalizada en todo el país, pues el 70% de las ciudades españolas vio cómo el precio de las plazas de garaje aumentó. De hecho, si lo comparamos con la vivienda observamos que las plazas de garaje se encarecieron más, pues en 2024 la viviendas se encarecieron un 8,4%, casi dos puntos menos que las plazas de garaje.

UNA INVERSIÓN DE BAJO RIESGO
Uno de los motivos que animan a muchos inversores a decantarse por las plazas de garajes es que requieren una inversión inicial reducida, algo que no ocurre con el resto de productos inmobiliarios (muy especialmente con las viviendas). Es lo que se conoce como una inversión de bajo riesgo, lo cual suele seducir a los inversores. Como ya hemos dicho, una plaza de garaje apenas exige mantenimiento: no hay que comprar ni reparar muebles o electrodomésticos, no hay que pintar paredes, no hay que solucionar problemas de humedades o goteras. En este sentido, podemos decir que si lo comparamos con gestionar una vivienda, la plaza de garaje gana por goleada, ya que el propietario prácticamente se despreocupa de ella. Esta circunstancia es especialmente valorada por el inversor, que en muchas ocasiones prefiere obtener menos rentabilidad con su producto si eso le permite desentenderse de su gestión. Por otro lado, en las grandes ciudades el número de aparcamientos es muy reducido, lo cual hace que las plazas de garajes se coticen cada vez más. Y otro factor a tener en cuenta es el de la morosidad; si bien con la vivienda esta circunstancia puede suponer un problema serio, en el caso de los garajes apenas hay impagos. Por todas estas cuestiones bastantes inversores finalmente eligen garajes para buscar una rentabilidad, ya que consideran que su gestión es mucho más sencilla y cómoda que la de otros productos inmobiliarios.

SIN NECESIDAD DE FINANCIACIÓN
Una última cuestión que debe mencionarse es que para invertir en una plaza de garaje generalmente no es necesario solicitar financiación, lo cual hace que muchos inversores se decanten por esta opción. En Madrid, si bien hay zonas donde una plaza de garaje puede alcanzar los 40.000 euros, el precio medio se sitúa justo por la mitad, en unos 20.000 euros. Esto permite que el inversor acceda a este producto sin necesidad de financiación, lo cual es una ventaja muy grande. Hay que tener en cuenta que en Madrid es bastante sencillo alquilar una plaza de garaje, pues hay una gran demanda. Además, siempre existe la posibilidad de vender la plaza en un futuro, algo que no resulta complicado en la capital, pues las plazas de garaje son muy cotizadas e incrementan el valor de una vivienda.
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