Se conoce como flex living (en castellano, vivienda flexible) a un modelo de alquiler que permite adaptarse a las necesidades que el inquilino tiene para vivir. De esta manera, podemos definir el flex living como un alquiler adaptable o flexible que tiene en cuenta el estilo de vida y las necesidades del inquilino para poder ofrecerle lo que busca. En esta modalidad de alquiler se permite que el cliente elija la duración del tiempo que va a permanecer en la vivienda (que puede oscilar entre semanas y meses, según quiera el cliente). La gran diferencia respecto al alquiler normal es que no se necesita firmar contratos largos ni pagar grandes fianzas, lo cual permite que el inquilino tenga mucha más libertad. Por ejemplo, si el inquilino decide cambiar de residencia porque su trabajo le obliga a buscar una ubicación diferente, este modelo de alquiler se lo permite, pues como hemos dicho el contrato no tiene ataduras para ofrecer la máxima flexibilidad. Además, el flex living ofrece servicios de gran calidad para que el inquilino se desentienda del mantenimiento de la casa: de esta forma, no tendrá que preocuparse por limpiarla, pues un servicio de limpieza se encargará de hacerlo regularmente. Por otro lado, las viviendas disponen de domótica, conexión a internet y servicio de seguridad, así como de espacios comunes para poder interactuar con otros clientes (es habitual que este tipo de inmuebles cuenten con terrazas comunes, gimnasio, coworking, salas de estar o salas de eventos).

FORMAR PARTE DE UNA COMUNIDAD
Una de las cosas que permite el flex living es formar parte de una comunidad de usuarios con intereses comunes, en la mayoría de los casos dentro del ámbito laboral, aunque también pueden encontrarse estudiantes. Así, generalmente este tipo de inmuebles ofertan actividades sociales que permiten la interacción con otros inquilinos, como ya hemos dicho, lo cual puede ser una gran herramienta para establecer lazos profesionales y realizar nuevos contactos. Sin duda, es uno de los grandes atractivos de este producto inmobiliario y así lo entiende el cliente: se calcula que casi un 80% de los usuarios de este tipo de inmuebles hace uso las zonas comunes, al considerar que la interacción con otros clientes puede abrir puertas laborales y sociales interesantes. Por otro lado, una ventaja del flex living es que suele ser más competitivo que el alquiler tradicional, pues al condensar todos los servicios en una única factura permite reducir costes. Así lo entienden muchos clientes que eligen esta modalidad de alquiler.

UN NUEVO CONCEPTO DE ALQUILER
El flex living es un modelo de alquiler perfecto para quien tiene un estilo de vida cambiante que obliga a disponer de una gran adaptabilidad en cuanto a vivienda se refiere. En este sentido, podría pensarse en lo que sucede en el mundo de la automoción, donde cada vez se opta más por alquilar vehículos: a veces el cliente no está interesado en comprar, pues su estilo de vida es más itinerante de lo normal y prefiere decantarse por el alquiler, y esto mismo está ocurriendo en el sector inmobiliario. En Estados Unidos los llamados nómadas digitales (esto es, los trabajadores independientes asociados al mundo de la tecnología y las proptech) no han dejado de crecer, lo cual ha provocado que la demanda del flex living vaya en aumento. Esto también empieza a ocurrir en España, pues cada vez son más los usuarios que eligen este tipo de alquiler, especialmente en nuestras dos grandes ciudades, Madrid y Barcelona. Profesionales jóvenes y altamente cualificados suelen ser el perfil del cliente que demanda este tipo de servicio, que oferta una solución habitacional alternativa al alquiler de toda la vida. Hace casi un año hablábamos en este blog del senior-living, un tipo de vivienda dirigida al público de la tercera edad; cada vez existen perfiles más variados del usuario que quiere comprar o alquilar vivienda, lo cual obliga al sector inmobiliario a reinventarse para ofertar lo que se necesita. El senior-living y el flex living son buena prueba de ello.
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