El senior-living es una vivienda dirigida a un público de la tercera edad que todavía es autónomo, vive de forma independiente y no necesita asistencia médica. Este producto inmobiliario nace para satisfacer las necesidades de una parte muy concreta da la sociedad: jubilados que buscan una casa más cómoda y adecuada a su estilo de vida. Este tipo de cliente suele buscar una vivienda más reducida que la que tenía anteriormente, pues ya no comparte casa con sus hijos y no necesita demasiado espacio para vivir. Por ello, cuando se diseñan este tipo de casas se busca que no haya grandes distancias entre las habitaciones y que todo esté más a mano, de forma que la vida de su propietario resulte mucho más cómoda. Hay que decir que el senior-living es un producto que viene desarrollándose en algunos países Europa desde hace años. Por lo que respecta a España, poco a poco empieza a darse a conocer, y como muestra basta el dato de que en 2023 este tipo de negocio tuvo una inversión de 500 millones de euros en nuestro país. Así lo dice un estudio de la consultora Atlas Real Estate Analytics, que cifra en más de 3.200 las residencias senior-living construidas a finales de 2023 en nuestro país.

GRAN VARIEDAD DE SERVICIOS

Málaga es, con diferencia, la región española que cuenta con más residencias senior-living: un total de 1.694 unidades. La segunda es Madrid, con 562 viviendas, seguida de Santa Cruz de Tenerife (298 viviendas), Alicante (262 viviendas) y Barcelona (209 viviendas). Nuestro sistema inmobiliario se renueva y actualiza constantemente, ya hemos hablado en este blog del término proptech, de las branded residences o del auge del build-to-rent. El senior-living es un tipo de activo que bien podría situarse junto a estos otros que acabamos de citar, pues supone una forma de modernizar nuestro negocio inmobiliario, que no deja de reinventarse para poder satisfacer las expectativas del cliente. Una característica de este tipo de activos es la gran variedad de servicios que ofrece, pues generalmente las propiedades vienen acompañadas de instalaciones deportivas, espacios comunes de ocio e interacción social, así como de servicios de limpieza, seguridad o mantenimiento de la vivienda.

UN NEGOCIO EMERGENTE EN ESPAÑA

Aunque el senior-living aún no es un producto masivo en nuestro país, es un negocio emergente, pues el poder adquisitivo de la tercera edad española cada vez es mayor. Según el informe de la consultora, casi 500.000 potenciales clientes cuentan con un capital superior a la media del poder adquisitivo objetivo de nuestras cinco principales provincias. De todas nuestras ciudades, Madrid y Barcelona son los principales mercados potenciales de este producto. En Madrid hubo una demanda de 232.280 personas en 2023, mientras que en Barcelona la demanda fue de 171.281 personas. Si nos fijamos en el cliente extranjero de senior-living, la gran mayoría procede de la Unión Europea, si bien existe un cliente internacional que busca viviendas en zonas costeras de Andalucía (especialmente en Málaga) y Alicante.

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