La vivienda en Europa será más ecológica gracias a las nuevas normas de eficiencia energética que entrarán en vigor en el año 2030. El Parlamento Europeo ya ha aprobado estas nuevas normas, que obligarán a realizar un plan nacional de rehabilitación. Esto quiere decir que los edificios del viejo continente van a cambiar de forma considerable en un plazo de seis años, algo que resulta imprescindible si se quiere cumplir con la total descarbonización prometida para el año 2050. Se calcula que actualmente los edificios europeos producen el 36% de las emisiones y el 40% del consumo energético que hay en el mundo, algo que no es compatible con los objetivos marcados por la Unión Europea en cuanto a vivienda y sostenibilidad se refiere. A partir de 2030 todos los edificios nuevos deberán producir cero emisiones, y será imprescindible que los países miembros presenten un plan nacional de rehabilitación antes del año 2025. En dicho plan deberá contemplarse qué medidas adoptar con los edificios de peor calificación energética. Por otro lado, todos los países miembros deberán reducir el consumo de energía de los edificios residenciales al menos en un 16% en 2030 y en un 20% en 2033.

DOS MODELOS NACIONALES PARA LA TRANSICIÓN VERDE

Hay un dato que no habla muy bien de la calificación energética de los edificios españoles: España tiene el 87% de sus edificios con una calificación que se sitúa entre las letras E, F y G. Si tenemos en cuenta que la letra A indica la mejor calificación posible y la G la peor, podemos hacernos una idea del grave problema que tenemos con nuestros edificios. Aún falta por ver cuáles son las normas que se aplicarán desde Europa, pero todo apunta a que será necesaria una rehabilitación importante en nuestro parque residencial. Es muy posible que para el año 2030 se impongan normas para las viviendas que vayan a comercializarse. Hoy por hoy en España se utilizan dos modelos para la transición verde de nuestros edificios: uno es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y otro la conocida como ERESEE, esto es, la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación. Esta última última estrategia está vinculada al sector de la construcción, y deberá actualizarse próximamente. Sea como fuere, parece claro que nuestro sector inmobiliario deberá encaminarse hacia esa transición verde, que pasa por buscar formas de construir más sostenibles y respetuosas con el medioambiente.

EL FIN DE LAS CALDERAS DE GAS Y PETRÓLEO

La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) aboga por aumentar la tasa de rehabilitación de edificios sin dejar de lado a los ciudadanos. Para ello, apuesta por que se promuevan ayudas al ciudadano, así como incentivos para orientar a las empresas hacia la eficiencia energética. Un dato a tener en cuenta es que las calderas de gas y petróleo deberán desaparecer en 2040, y que a partir de 2025 no podrá incentivarse su instalación. Todo forma parte del plan para que la vivienda sea más ecológica en Europa: cuanto antes entendamos que debemos encaminarnos hacia esa transición verde de la que hablábamos, antes estaremos en la senda que la Unión Europea pretende para todos sus miembros.

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