A partir del próximo otoño la calefacción central ya no funcionará tal y como la conocemos en todos los hogares españoles. Concretamente, la fecha en la que la calefacción central cambiará para siempre en España es el 1 de mayo de 2023. Desde entonces todas las comunidades de vecinos deberán contar con instalaciones que permitan que el consumo de calefacción sea individual. Esto implica que la calefacción central se individualizará, de forma que cada usuario podrá hacer el uso de calefacción que considere. El motivo de adoptar esta medida es evitar el despilfarro energético que supone el uso de un sistema de calefacción que está siempre funcionando durante todos los meses de frío, se encuentre o no se encuentre el inquilino de un inmueble en la casa, lo cual parece bastante razonable. Pensemos en una familia que sale de fin de semana: ¿qué necesidad hay de que en su casa esté encendida la calefacción en esos días, cuando no hay nadie en su interior? Fue ya en el año 2012 cuando el Parlamento Europeo decidió obligar a instalar medidores individuales para el consumo de calefacción en comunidades de vecinos donde disfrutaran de calefacción central. Entonces se fijó el año 2017 como fecha tope para adoptar esta medida en toda Europa. En España vamos con retraso, y ante la amenaza de multa desde Bruselas, el Gobierno estableció hace dos veranos mayo de 2023 como fecha tope para que la calefacción central siga funcionando en nuestro país.

PRÓXIMO OTOÑO, FECHA LÍMITE

La individualización de la calefacción central es un hecho, y todas las comunidades de vecinos deben ponerse manos a la obra para adecuar sus edificios. Si no lo hacen se arriesgan a recibir sanciones que pueden llegar a los 10.000 euros. Se calcula que en total son 1,6 millones de hogares españoles los que deberán adaptarse a esta situación, de los cuales apenas 250.000 ya lo han hecho. Esto implica que faltan más de un millón de hogares por hacerlo (concretamente 1,3 millones); o sea, el gran grueso de los hogares españoles que aún disfrutan de calefacción central. Desde las compañías instaladoras se muestra cierto asombro de que todavía vayamos con tanto retraso, pues no se trata de una instalación compleja ni demasiado costosa (se calcula un precio que puede oscilar entre los 250 y 150 euros por vivienda, dependiendo del tipo de instalación que sea necesaria). Hay que tener en cuenta que al individualizar la calefacción central, además de mejorar la eficiencia energética, también se ahorra. Ya no habrá que repartir un gasto fijo de calefacción entre todos los vecinos, y normalmente ese gasto suele reducirse en las facturas individuales (según algunos expertos, la reducción oscila entre un 15 y un 25%). Pero la instalación que individualiza la calefacción central supone una inversión, como es lógico, y esto implica un gasto extra que a pesar de amortizarse a medio plazo, algunas comunidades prefieren demorar. No podrán hacerlo durante mucho tiempo más, pues como ya hemos dicho en el próximo otoño la instalación deberá estar hecha en todas las comunidades que tengan calefacción central.

UNA INSTALACIÓN  SENCILLA

Como ya hemos apuntado, la instalación que permite hacer uso de la calefacción y medir su gasto de forma individual, es sencilla. Se trata de instalar un contador en cada vivienda para calcular el uso de calefacción en kilowatios hora. Si instalar este contador individual no es posible (esto ocurre cuando la calefacción de los pisos está distribuida en columna), se opta por instalar repartidores de costes que miden el consumo de calefacción en cada radiador. Lógicamente, el tiempo total de instalación de estos repartidores dependerá del número de radiadores que se tenga en casa, pero para hacernos una idea, en una casa con cinco radiadores podemos calcular un tiempo de instalación de unos veinte o veinticinco minutos. Por lo tanto, estamos hablando de una instalación sencilla y rápida que no supone un gasto excesivo.

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