Un incendio es una de las cosas más trágicas que puede ocurrir en una casa, sin embargo en España no existe una prevención para el fuego en el hogar tan alta como la que hay en otros países. Quizá la clave de que esto ocurra sea que en España, a diferencia de otros lugares, no está legislado que se deban proteger las viviendas contra el fuego. Y quizá sea un error, ya que todas las semanas se producen incendios en nuestro país, con consecuencias catastróficas para la vivienda en el mejor de los casos, y con víctimas mortales en el peor de los resultados.

DORMITORIO Y SALÓN, LOS LUGARES MÁS AFECTADOS

En Francia todas las viviendas deben tener instalado un detector de humo y en países como Alemania o Reino Unido es obligatorio destinar recursos en favor de la seguridad del hogar. Esto no ocurre en España, a pesar de que algunas asociaciones ya se han movilizado para que exista una legislación que lo exija. Y resulta paradójico, pues los datos de siniestros en vivienda por causa de incendios en nuestro país alcanzan cifras preocupantes. En 2014 fueron 116 las víctimas que hubo por incendios domésticos, una cifra superior a la del 2013. Aparatos eléctricos en mal estado, instalaciones defectuosas, descuidos con estufas o cigarrillos son causas habituales de este tipo de accidentes, que afectan sobre todo al salón y el dormitorio de la casa, los lugares donde más suele originarse el fuego.

LA IMPORTANCIA DE UN DETECTOR DE HUMO

Salvar una vida en un incendio puede depender de tener un detector de humo instalado en casa. El aparato avisa cuando detecta humo y puede resultar crucial para ayudar a apagar el incendio, pues el aviso se produce en la parte inicial del mismo, cuando todavía es posible una reacción si se actúa rápido. Se recomienda instalar uno en el salón y otro en cada dormitorio de la casa, las estancias donde más suelen originarse los incendios, como ya dijimos. Si la casa tiene más de una planta, deberá colocarse uno en cada planta. Los detectores se instalan en el techo, ya que el humo sube y ahí es más fácil detectarlo.

El presupuesto que deberá destinarse dependerá del detector que se elija, pero puede calcularse una inversión de unos 1.000 euros para una vivienda de 100 m2. No es dinero teniendo en cuenta el beneficio tan grande que puede generar. Por su parte, las comunidades de vecinos tampoco están lo suficientemente protegidas en nuestro país. Garajes, descansillos o portales son zonas también expuestas a la acción del fuego, y se calcula que en torno a un 30% de las comunidades de propietarios de Madrid no tienen protección contra incendios. ¿Cambiará la legislación para obligar a acondicionar las instalaciones?