Uno de los parques arqueológicos más importantes que tenemos en España es Segóbriga, un lugar desconocido para muchos a pesar de que se encuentra muy cerca de Madrid. Siguiendo en coche en dirección hacia Cuenca no se tarda mucho más de una hora en llegar a Segóbriga desde la capital madrileña. Y bien seguro que el viaje merece la pena, pues este importante yacimiento arqueológico conserva una ciudad del Imperio Romano como ningún otro yacimiento lo hace en el centro de España. Efectivamente, el grado de conservación de las ruinas es muy bueno y permite conocer y recrear cómo vivían los habitantes de la época. Por eso hoy proponemos que nos acompañes en este viaje al Imperio Romano a través de los restos de Segóbriga.
CIUDAD DE COMERCIANTES Y ESCLAVOS
Segóbriga empezó a construirse en el año II AC cuando Roma dominaba ya bastantes zonas de la Península Ibérica. Se levantó sobre un castro celtíbero que fue tomado y arrasado para construir la ciudad, y ésta llegó a ser una de las más importantes de Hispania.
La proximidad de unas minas de yeso propició un desplazamiento de gente acomodada que buscaba en Segóbriga su oportunidad para hacer negocio. El llamado lapis specularis se obtenía de las minas, y era un mineral muy apreciado entonces que se utilizaba a modo de ventanas. Triturado y mezclado con la arena de los circos romanos, también se usaba para embellecer la arena del circo y realzar el espectáculo. Las minas fueron consideradas en su época como las más importantes del Mediterráneo. En la ciudad también vivían muchos esclavos que trabajaban en ellas extrayendo mineral.
UNA VERDADERA CIUDAD ROMANA
Al edificar Segóbriga se busco reproducir una ciudad como las grandes ciudades del Imperio, para que los nuevos ciudadanos que residían en ella pudieran vivir como cualquier romano.
Se construyeron termas, foro, templos y edificios de espectáculo, como un anfiteatro y un teatro. Si bien tuvieron que restaurarse, las termas se conservan muy bien y sirven para que imaginemos las costumbres de los ciudadanos de clase acomodada que podían permitirse su uso. Entre los restos del teatro romano, se conservan bien los vestuarios, donde se aprecian las letrinas. Las gradas del teatro también están bastante bien conservadas.
El anfiteatro también puede visitarse, y su buena conservación permite recrearlo e imaginar el ambiente de sus espectáculos. También destaca el aula basilical, frente al foro, que son los restos de un gran edificio que servía para dar culto al Imperio. Del circo y la metrópolis queda poco en pie, pero aún pueden verse algunas tumbas de la antigua necrópolis. Por último, en el museo de Segóbriga se ha reconstruido el panteón romano (ubicado originalmente en las afueras de la ciudad, en el campo), donde se rendía culto a los dioses y al propio emperador romano de la época, Augusto.
Para ampliar información sobre Segóbriga, puedes ver este interesante documental, a través del cual conocerás más detalles de cómo era la vida en esta ciudad.
Fotografías: Pablo Cabezos
Comentarios
el blog mi gusta mucho, adelanteeeeeeeeeeeeeee
vamos a visitar a segóbriga, mi parece che valga la pensa.
saludos
susanna culemann
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Hola Susanna, nos alegramos de que te guste el blog! Si alguna vez visitas Segóbriga cuéntanos qué tal por allí. Gracias por comentar! Un saludo
Impresionante.
Gracias por darnos a conocer sitios tan increíbles cerca de Madrid.
Iré sin falta.
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Gracias a ti, Maria José! Nos encanta que te haya resultado útil el artículo. Un saludo!