Pocas calles hay más alegres y bulliciosas que la calle Arenal de Madrid, con la Puerta del Sol a un paso y toda la agitación del centro de la capital. El hecho de ser una calle que arranca prácticamente del kilómetro 0 de España convierte a la calle Arenal en una de las más transitadas de Madrid. A ello hay que sumarle la circunstancia de ser una calle muy comercial, con numerosos negocios abiertos al público, lo cual provoca que una gran cantidad de gente la recorra día y noche.
Pero, ¿cómo era la calle Arenal hace décadas? ¿Cuál era el palpitar de su día a día, qué aspecto tenía entonces? La última visita que hicimos a nuestra particular máquina del tiempo del Blog de Estate One fue a la Plaza de Cibeles; hoy viajamos al Pasado de la calle Arenal para saber cómo era la vida en una de las calles más castizas de la capital.
UNA CALLE MUY PALACIEGA
Un arenal que se ubicaba hace siglos en la zona separando los arrabales de la villa originó el nombre de la calle Arenal, en pleno corazón de Madrid. En el siglo XVI la calle convivía con palacetes que luego fueron sustituidos por casonas de las familias más acomodadas de Madrid.
A pesar de que estos palacetes no perduraron en el tiempo sí perduró su huella; prueba de ello son los posteriores palacios que se construyeron en la calle en los siglos venideros. Como ejemplo tenemos el Palacio de Gaviria, construido en el S. XIX y aún existente en nuestros días, en el número 9 de la calle.
Al igual que hoy sucede, la calle Arenal siempre destacó por ser una calle muy movida, donde el incesante ir y venir de los paseantes llenaba de pompa y colorido sus días. Ya en el siglo XIX la calle destacaba por su gran cantidad de pensiones, hostales y fondas; aún existen algunos de ellos hoy, y es que los viajeros no han dejado de acudir a esta calle a lo largo de los años.
CAFÉS CON MUCHA SOLERA
No podemos hablar del pasado de la calle Arenal sin recordar sus míticos cafés, donde los personajes más en boga de las letras y la bohemia madrileña se daban cita décadas atrás. Nos referimos a establecimientos de la talla del Café de Europa o el Nuevo Café de Levante, hoy desaparecidos pero imposibles de olvidar si pensamos en las antiguas tertulias madrileñas.
Azorín, Valle-Inclán, Pío Baroja o Julio Romero de Torres eran algunas de las personalidades de la cultura que solían frecuentarlos. También ocuparon su sitio en la calle Arenal algunas librerías míticas, como la Librería de Requena, la Librería Pupart o la Librería Hernando, hoy todas desaparecidas.
No obstante, aun es posible visitar la Librería de los Bibliófilos Españoles, de 1910 (en el número 1 de la calle), o algunos comercios centenarios como la Confitería Prast, de 1866 (en el número 8) o la mítica Chocolatería de San Ginés, de 1894 (pegando a la calle Arenal, en el pasadizo de San Ginés).
También es muy destacable el Teatro Eslava (hoy la sala Joy Eslava), de 1870, testigo de las frenéticas noches madrileñas desde el número 11 de esta calle. La calle Arenal vivió uno de sus cambios más importantes entre los años 2006 y 2007; entonces fue reformada por completo para ser peatonalizada.
¿SABíAS QUÉ…?
En 1896 se tomó una medida nunca antes vista para intentar reducir el tremendo ruido que había en Madrid: se decidió cubrir las calles con corcho para amortiguar el ruido de las ruedas y los cascos de los caballos. Pero antes de implantar este sistema en toda la ciudad se quiso probar en una calle, y la calle Arenal fue la elegida. Cuando se tapizó la calzada con corcho los resultados fueron sorprendentes: el ruido se había reducido muchísimo. Pero la alegría no duró demasiado, sólo el tiempo que tardó en llegar un día de lluvia. La lluvia deshizo el corcho y convirtió el proyecto en un verdadero fracaso, para desgracia de los gobernantes, que no extendieron la iniciativa a ninguna calle más.
Fotografía actual: Manuel M. V.
Comentarios
Queridos amigos
Cada vez que recibo esta edición de Estate One me alegra muchísimo. Como hija de Madrid y auténtica gata, de varias generaciones, puedo presumir de haber visto muchos cambios en Madrid.
Sobre esta calle Arenal, me atrevo a aportar algún comentario más.
Cuando se construía el Palacio Real, ésta era la calle por donde llegaban los carros llenos de arena para la construcción, de hay que se llamaba “Calle del Arenal”.
Los comercios que mencionáis los frecuenté a veces, la librería Hernando, donde iba a comprar los libros de texto y la superfamosa “Chocolatería de San Ginés” en el callejón del mismo nombre, donde he tomado chocolate con churros más de una vez, donde todos recordamos los puestos de libros viejos y donde aún llegan muchos amantes de Madrid por lo mismo.
Gracias una vez más por enviar cada edición, la espero como agua de mayo.
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Hola Lourdes, nos alegra muchísimo tu comentario. Muy interesante la aportación sobre el nombre de la calle. Qué bueno que estuvieras en algunos comercios que nombramos en el artículo; a veces da un poco de pena recordar comercios centenarios que ya no están, pero así son los negocios en las grandes ciudades. Gracias a ti por leernos y disfrutar de nuestros artículos, desde Estate One te mandamos un fuerte abrazo!
Interesante artículo sobre la calle del Arenal, aunque se haya omitido mención a la Iglesia de San Ginés, de notable interés.
En cuanto a la foto titulada “Imagen de 1925” podría ser anterior por las siguientes razones:
1. En 1925 había ya 18600 automóviles matriculados en Madrid. La densidad de tráfico, en una calle tan comercial como la del Arenal, no se corresponde con esa cifra. Apenas se ve un automóvil y un carro.
2. El automóvil en cuestión luce la matrícula M 843, o quizás M 643 pero en cualquier caso es de tres cifras. En Madrid, la matrícula nº 1000 (primera de cuatro cifras) no se alcanza hasta 1910 por lo que es anterior a esta fecha. Coincide con el modelo de automóvil, que es un Renault tipo BK o quizás AG1, de 1909/10
3. El automóvil parece nuevo o en muy buen estado y está aparcado a la puerta de la exposición de Renault que en aquellos años hubo en la calle del Arenal esquina a Plaza de la Opera. Exposición Renault, y no taller, por lo que también cabe deducir que el automóvil era nuevo en aquel momento y no se trataba de un vehículo antiguo en reparación.
4. Por todo ello podría concluirse que la foto data aproximadamente de 1910, tanto por el tráfico como por las señaladas características del automóvil.
En cualquier caso, muchas gracias y seguid enviándonos tan interesantes artículos.
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Hola Pe Eme! ¡Nos has dejado boquiabiertos con tu deducción sobre la posible fecha de la tercera foto del artículo! Ya hemos cambiado el texto del pie de foto porque leyendo todo lo que dices es muy probable que el año sea 1910 o incluso antes, pero no 1925. Desde luego nos sentimos muy orgullosos de tener los lectores que tiene este blog: muchas gracias por ayudarnos con vuestras aportaciones a que el blog sea mejor y más completo. Un abrazo!