La Plaza de Cibeles es uno de los lugares más icónicos de Madrid; verla en fotografías antiguas nos ayuda a imaginar cómo era el Madrid de hace décadas. Es casi imposible encontrar un turista en la capital que no haya visitado o vaya a visitar la Plaza de Cibeles. Esta plaza es reconocible por la escultura de la diosa Cibeles que preside su fuente, y es famosa en todo el mundo por ser el escenario donde el Real Madrid celebra la consecución de sus títulos.

Pero además, la plaza tiene algunos detalles curiosos que es posible que no conozcas. ¿Sabías que cambió hasta dos veces de nombre? ¿Y que la ubicación actual de la fuente no es la que tenía inicialmente? Hoy vamos a echar la vista muy atrás con unas fotografías centenarias (algunas de ellas quizá sean las más antiguas que hemos compartido en este blog); hoy viajamos al pasado de la Plaza de Cibeles justo después de que visitáramos el Madrid de los años 50 en nuestra sección Un Paseo por el Pasado.

MÁS DE UN LUGAR, MÁS DE UN NOMBRE

La fuente de Cibeles inicialmente se ubicaba junto al Palacio de Buenavista, en el Paseo de Recoletos, justo enfrente de la fuente de Neptuno. Allí se instaló en 1782 y allí estuvo durante más de un siglo, hasta que en 1895 se decidiera su traslado hasta el lugar donde confluyen el Paseo de Recoletos, el Paseo del Prado y la calle de Alcalá, su actual ubicación.

La fuente fue tallada en 1782 según un diseño del arquitecto madrileño Ventura Rodríguez. Es importante saber que en un principio la fuente no fue pensada como elemento decorativo; muy al contrario, servía para abastecer de agua a la ciudad de Madrid gracias a sus dos grandes caños.

También se utilizaba como abrevadero de los caballos. En aquella época se pensaba que el agua de esa fuente tenía propiedades mágicas y curativas, pues el origen de su antiguo cauce se remontaba a la Edad Media y alrededor de él circulaban diferentes leyendas.

En un primer momento a la plaza se le llamó Plaza de Madrid, nombre que sería cambiado con el tiempo por el de Plaza de Castelar. Esto ocurrió en el año 1895, momento en que la fuente fue trasladada a su actual ubicación, en el centro de la plaza.

Entonces se instaló debajo de ella un pequeño pedestal y fue rodeada con una verja para impedir el acceso de transeúntes y curiosos. También se realizó una rotonda alrededor de la fuente para distribuir el tráfico de los carruajes de la época; la rotonda fue determinante para originar la plaza y otorgarle el aspecto que tiene actualmente.

LA CIBELES, TESTIGO DE LOS NUEVOS TIEMPOS

La diosa Cibeles pudo ver desde su privilegiada ubicación cómo la ciudad de Madrid crecía y se desarrollaba con el paso de los años. Al poco del traslado de la fuente al centro de la plaza abrió sus puertas el Banco de España, y el S. XX trajo consigo la aparición de nuevos y monumentales edificios que cambiaron por completo la fisionomía de la zona.

Nos referimos al Palacio de Linares o al Palacio de Cibeles (también llamado Palacio de Comunicaciones), del cual ya hemos hablado en este blog. Las vistas nocturnas que hoy en día ofrece la Plaza de Cibeles, con sus edificios circundantes iluminados, es una de las más hermosas que pueden verse en la ciudad de Madrid.

¿SABÍAS QUÉ…?

¿Pensabas que el monumento de la Cibeles es único? ¡Pues te equivocabas! Porque existe una réplica idéntica de la Fuente de Cibeles en México. Esta réplica se instaló en Ciudad de México en 1980 y representa un símbolo de hermandad entre la ciudad mexicana y la madrileña.

Fotografías antiguas: Imágenes del Viejo Madrid

Fotografía actual: Guzmán Lozano