El verano está cada vez más cerca y en esta época el alquiler vacacional multiplica su oferta, pero hay que tener cuidado para evitar engaños y fraudes. Ya dijimos en su día que el alquiler de vivienda vive un buen momento en España; algo parecido ocurre con el alquiler de apartamentos vacacionales, que es un negocio al alza en nuestro país. Parece claro que el cliente valora esa sensación de hogar que produce un apartamento, algo que no es comparable a lo que se siente en un hotel. Un apartamento nos transmite calidez y cercanía, mientras que un hotel resulta más frío e impersonal, por eso muchas familias eligen el alquiler vacacional para alojarse en sus días de descanso. Pero debemos ser cuidadosos, pues el negocio de los alquileres vacacionales atrae en nuestro país a organizaciones delictivas que aprovechan para realizar estafas. Una parte muy importante de los alquileres vacacionales se conocen y contratan por internet, y la red es un caldo de cultivo muy propicio para defraudadores. En Estate One siempre recomendamos contratar cualquier servicio inmobiliario a través de profesionales, pero si se decide hacer con particulares hay unas cuantas precauciones que deben tomarse. Veamos cuáles son.

Huye de un anuncio mal redactado. Aunque pueda parecer evidente que un anuncio con faltas de ortografía o mala redacción invita a desconfiar, una cantidad considerable de gente no lo hace y responde a este tipo de anuncios. Existen muchas organizaciones criminales que operan desde fuera de España y estafan a través de anuncios en los cuales es fácil detectar un castellano incorrecto o mejorable. Por ello, una norma de oro debería ser que cualquier anuncio que presente alguna de estas características se descarte de inmediato.

Si no lo veo, no lo creo. Efectivamente, una segunda característica de un anuncio fraudulento es que el inmueble no pueda visitarse. Por ello, nosotros recomendaríamos eliminar como opción cualquier anuncio de una residencia vacacional que no pueda verse en persona. Aunque se piense que ésta es una recomendación de sentido común, son muchísimos los fraudes que se producen con casos así. El arrendador utiliza excusas para no enseñar el inmueble y se gana la confianza del comprador, que adelanta un dinero sin haber visto el piso. A veces esto se produce porque el inmueble no se puede visitar por encontrarse lejos; en tal caso es recomendable pedir al arrendador que grabe un vídeo actual del inmueble en el que él mismo nos lo muestre.

Exige un contrato. Ésta debería ser otra premisa indispensable para formalizar un alquiler vacacional: que el arrendador ponga a nuestra disposición un contrato donde figuren todos los datos legales del alquiler, así como las condiciones de cancelación y el teléfono de emergencia. Comprobar si un contrato es legal resulta relativamente sencillo, por ello nosotros recomendamos que el contrato se revise bien y, por supuesto, si no hay contrato de alquiler, se desestime la oferta.

Usa el teléfono. Si sólo consigues contactar con el anunciante a través del correo electrónico, desconfía. Muchos defraudadores evitan poner número de teléfono o, si los ponen, resultan falsos o en ellos no se contesta a las llamadas. Nosotros recomendamos tratar de contactar vía telefónica y mantener una conversación con el anunciante. Si no se consigue, debe desestimarse la oferta.

Investiga. Gracias a internet hoy en día podemos contrastar información, por eso recomendamos realizar una búsqueda del inmueble en la red. Internet puede ayudarnos a averiguar si el piso se ha alquilado más veces o si existen referencias de su arrendador. Algunas plataformas como Google Street View pueden ayudarnos a ver el aspecto actual del exterior del inmueble y comprobar si éste coincide con las fotos que nos han proporcionado.