La Biblioteca Nacional es un gran tesoro de Madrid: recorrerla permite disfrutar de un edificio histórico y conocer la evolución de la sociedad española a través de sus lecturas. Para visitar la biblioteca sólo hace falta tener el DNI; la visita supone emprender un fascinante viaje a través de la cultura de este mítico edificio. Si aún no conoces la Biblioteca Nacional te animamos a que leas este artículo: seguro que te dejará con ganas de visitarla. Con él volvemos a nuestra sección Lugares con Mucha Historia, que habíamos dejado visitando el Edificio Torres Blancas.

MÁS DE 300 AÑOS DE HISTORIA

La Biblioteca Nacional se inauguró en 1712 por Felipe V con un fondo de 8.000 volúmenes, y su nombre inicial fue de Biblioteca Real. En 1836 la Biblioteca cambia de nombre a Biblioteca Nacional y pasa de ser privada a ser pública, pero no es hasta el año 1896 cuando adquiere su sede definitiva, la que se ubica en el número 20 del Paseo de Recoletos.

Se calcula que alberga más de 30 millones de publicaciones literarias realizadas en España desde principios del S.XVIII. Además de libros, se pueden consultar valiosos mapas, grabados, dibujos, revistas, manuscritos, partituras e incluso discos de pizarra y vinilo. Muchas colecciones privadas procedentes de instituciones eclesiásticas o militares fueron sumándose a la Biblioteca Nacional con el paso de los años, engordando de esta forma el importante fondo de obra de la biblioteca.

Su patrimonio hace que la Biblioteca Nacional sea una de las bibliotecas más valiosas del mundo. En este vídeo puedes hacerte una idea de lo que te encontrarás si decides visitarla:

FALTA DE CONTROL

Algunos escritores del S. XIX criticaron duramente el funcionamiento de la Biblioteca Nacional. Entonces no existía un control riguroso sobre la obra que se ingresaba, por lo que se producían constantes robos.

Muchos coleccionistas sobornaban a los bibliotecarios para adquirir ejemplares de la biblioteca. Aún en el S. XX desaparecieron importantes obras, e incluso después de la llegada de la democracia se sustrajeron valiosas piezas gráficas, como numerosos tebeos.

Fotografías: Biblioteca Nacional de España