Disponer de trastero propio en una vivienda supone una importante ventaja, por eso este espacio es cada vez más demandado y aporta valor añadido a un inmueble. ¿Cuántas veces nos hemos visto desbordados por falta de sitio para guardar esos objetos que no usamos de forma muy habitual? En este tipo de situaciones contar con un trastero supone una verdadera salvación, pues ayuda al propietario del inmueble a mantener la casa ordenada sin tener que desprenderse de objetos o herramientas que pueden ser útiles en momentos muy puntuales. En las grandes ciudades (sobre todo en viviendas antiguas y céntricas) no es muy común disponer de trastero, por eso las empresas que alquilan este tipo de espacios son cada vez más demandadas. También por este mismo motivo, quien tiene trastero en una casa céntrica y antigua, cuenta con una importante ventaja.

GRANDES CIUDADES: A LA CAZA DEL TRASTERO

El hecho de que en España ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla estén cada vez más pobladas (llegando a alcanzar los 20.000 habitantes por m2 en algunos casos, una de las densidades de población más altas de Europa), ha puesto de relieve la necesidad de espacios adicionales para que muchos propietarios puedan guardar sus pertenencias. En este sentido, no es de extrañar que el negocio de los trasteros haya crecido exponencialmente en los últimos años, y hayan surgido empresas que cubran este tipo de mercado. Cada vez es más habitual el alquiler de trasteros, bien sea por parte de particulares o empresas que necesitan un lugar de almacenamiento. También es posible la compra de estos espacios (exactamente igual que ocurre con las plazas de garaje), si bien en las grandes ciudades, hasta la fecha, la modalidad de arrendamiento es la preferida por parte de los españoles. Ésta parece ser también la tendencia en la mayor parte de Europa, donde cada vez son más requeridos los servicios de empresas dedicadas al alquiler de trasteros.

LA CRISIS INMOBILIARIA Y EL ALQUILER DE TRASTEROS

Se calcula que actualmente un 70% de los clientes de empresas de alquiler de trasteros en España son particulares y el 30% que resta está formado por trabajadores autónomos o empresas. Precisamente, un buen número de empresas que se han visto obligadas a reducir el espacio de sus oficinas (en muchos casos a causa de la crisis inmobiliaria) han contratado estos servicios para guardar el material de trabajo que no les resulta indispensable tener a mano (documentación y archivo antiguo, por ejemplo). No conviene olvidar que en ciudades como Madrid o Barcelona alquilar un trastero supone un importante ahorro comparado con lo que costaría el alquiler de una oficina más grande. En este sentido, el estallido de la burbuja inmobiliaria benefició a las empresas dedicadas al alquiler de trasteros, un negocio que cada año se afianza y sigue creciendo en nuestro país.

Fotografía 01: Kirstin Kokkersvold

Fotografía 03: Osseous