Entendiendo la nuda propiedad

Entendiendo la nuda propiedad

La venta de la nuda propiedad permite vender un inmueble y seguir viviendo en él hasta el día que el vendedor fallezca. Es decir, el vendedor conserva el usufructo de la propiedad a pesar de haberla vendido. Este tipo de operación inmobiliaria que no todo el mundo conoce puede suponer una gran ventaja para el vendedor si necesita el dinero de la venta de su vivienda pero no se puede permitir abandonarla. Asimismo, si el comprador está interesado en adquirir un inmueble pero no tiene prisa por ocuparlo, la compra de la nuda propiedad también puede suponer una muy buena oportunidad para él, ya que el precio de los inmuebles que se venden a través de este tipo de operaciones suele ser considerablemente inferior al precio de mercado que tendrían en condiciones normales. Es habitual que este tipo de ventas las realicen personas de avanzada edad, casi siempre sin herederos, y que necesitan liquidez. Si bien no es una modalidad muy común en nuestro país, cada vez hay más casos de inmuebles que se venden a través de nuda propiedad. Sepamos un poco más sobre ello.

Entendiendo la nuda propiedad

PONGÁMONOS EN SITUACIÓN

Imaginémonos el siguiente caso: un anciano que no ha tenido hijos ya no puede valerse por sí mismo y necesita costearse la asistencia diaria de un profesional que lo cuide, pero sus ahorros no le permiten incurrir en ese gasto. ¿Qué opción tendría si no quiere acudir a una residencia? Vender la nuda propiedad sería una opción interesante para él, pues como hemos dicho podría seguir en su casa aún habiendo transmitido la titularidad de la misma. Además, el dinero de la operación lo recibiría al momento y de un solo pago, exactamente igual que cuando se vende un inmueble de forma convencional. Por su parte, el comprador al adquirir la nuda propiedad obtendría el pleno dominio de la vivienda, si bien el usufructo de la misma seguiría en poder de su vendedor hasta el día de su fallecimiento. Respecto a los gastos del inmueble, el vendedor asumiría los gastos ordinarios (correspondientes a agua, luz y gas), así como el IBI. No obstante, hay que decir que en algunos casos el IBI puede asumirlo el comprador, siempre y cuando se acuerde por ambas partes en el momento de la venta de la casa. Por otro lado, los gastos de notario, registro y contribuciones especiales (como red de alcantarillado o pavimentación de la acera) los asumiría el comprador, así como cualquier posible derrama de la vivienda. Incluso el propietario podría vender la nuda propiedad después de haberla comprado, siempre y cuando se siga respetando el usufructo de la persona que se la vendió a él. Y si el usufructuario cambiara de domicilio en un futuro tendría derecho a alquilar la vivienda y recibir el importe íntegro del alquiler, a pesar de que ya no fuera de su propiedad.

Entendiendo la nuda propiedad

HACIENDO CÁLCULOS

Se calcula que en el año 2018 en España se concretaron unas 1.500 ventas de nuda propiedad. Es una cifra baja, pero hay que decir que en los últimos tiempos se observa un incremento de este tipo de operaciones. El hecho de que no sea una operación inmobiliaria habitual origina cierto recelo, tanto por parte del comprador como del vendedor, si bien esta circunstancia está empezando a cambiar. Pero más que la desconfianza hacia este tipo de producto, es el desconocimiento lo que provoca que no esté muy extendido. Son muchas las personas que ignoran que podrían vender su casa y seguir viviendo en ella, y esto origina que la nuda propiedad todavía no sea habitual dentro de nuestro sistema inmobiliario. Veremos si con el tiempo esta circunstancia sigue cambiando.

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