Hablar del Real Jardín Botánico es hablar de naturaleza, de paz, de sosiego, de un lugar recogido e idílico que nos invita a hacer un alto en el Madrid más bullicioso. Una de las cosas que más nos seduce de Madrid son los grandes contrastes que tiene en entornos muy reducidos; esto ocurre con el Jardín Botánico, un rincón apacible que se encuentra a pocos metros del tráfico y la actividad frenética de una calle tan transitada como el Paseo del Prado. El anterior rincón madrileño con encanto que habíamos elegido para esta sección del blog era el Barrio de las Letras; hoy paseamos por el Jardín Botánico y te animamos a que tú también lo hagas con nosotros.
UN PEDAZO DE HISTORIA DENTRO DE UN JARDÍN
Más de dos siglos de historia son los que tiene el Jardín Botánico, un hermoso rincón natural en medio de Madrid para relajarse, disfrutar y liberar tensiones.
Cuando paseábamos hace meses por la Quinta de los Molinos hablábamos de lo sorprendente que resultaba encontrar semejante paz dentro de una gran urbe, lo mismo ocurre con el Jardín Botánico. Se funda en 1755 por Fernando VI, pero fue en el año 1781 cuando Carlos III lo trasladó a su actual ubicación.
El jardín se distribuyó en tres niveles a lo largo de tres terrazas escalonadas, con una extensión total de diez hectáreas. De las tres terrazas dos permanecen intactas hoy en día (las inferiores), mientras que la terraza superior sufrió remodelaciones en el S. XIX. El Jardín Botánico se construyó, entre otras cosas, para el envío de expediciones científicas de la Corona. Gracias a las colecciones científicas que recibió se convirtió en uno de los jardines botánicos más importantes de Europa. Por él solía pasear en sus momentos de ocio buena parte de la alta sociedad madrileña.
VEGETACIÓN Y PLANTAS DE LOS CINCO CONTINENTES
A finales del S. XIX se realizaron las remodelaciones que ya hemos comentado en la planta superior del jardín, y también en esta época llegó a existir un zoológico, que después se trasladaría a lo que se conoció como Casa de las Fieras (hoy en día los Jardines de Cecilio Rodríguez). Con la construcción del Ministerio de Agricultura y la cuesta de Moyano se redujo la extensión del jardín hasta ocho hectáreas, su superficie actual.
Como anécdota es curioso saber que en 1886 un ciclón castigó al Jardín Botánico, provocando destrozos en más de 500 árboles de gran valor. Hoy en día se calcula que habitan en el jardín más de 5.000 especies diferentes de plantas y árboles provenientes de todo el mundo. Pueden verse exposiciones de plantas vivas en cuatro terrazas: la de los Cuadros, la de las Escuelas Botánicas, la del Cuadro de la Flor y la de los Laureles, y también puede visitarse un importante herbario y una gran biblioteca botánica. Cualquier época es buena para dar un paso por el Jardín Botánico, pero nuestra preferida es otoño, pues la vegetación del jardín tiene unos colores maravillosos. Así que, ¿por qué no planificar ya pronto una visita? Puedes ampliar información en la web oficial del Jardín Botánico.
UNA CANCIÓN PARA LA HISTORIA
En 1982 el grupo madrileño Radio Futura grababa una de las mejores canciones de su carrera: “La Estatua del Jardín Botánico”. La canción estaba inspirada en el rincón de Madrid que hoy nos ocupa, si bien su misteriosa letra ha dado lugar a múltiples interpretaciones. Éste es el videoclip que editaron para la canción, que tiene una particularidad: fue el primer videoclip musical que se realizó en España.
Fotografías 01, 04, 05 y 06: Manuel Martín
Fotografía 02: Victoria Rachitzky
Fotografía 03: Jacinta Lluch
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