Museo Sorolla, un lugar de cuento

Museo Sorolla

El Museo Sorolla, además de ofrecer una importante colección de cuadros del pintor valenciano, nos permite conocer la que fuera la vivienda del artista, una maravillosa casa que merece la pena visitar. Situada en un lugar privilegiado de la ciudad (en el Paseo del General Martínez Campos, muy cerca del Paseo de la Castellana), la casa del pintor se conserva prácticamente tal y como él la dejó, y visitarla produce la sensación de adentrarse en una casita de cuento.

Museo Sorolla

Además del antiguo estudio del pintor, allí puede verse un precioso jardín, un pintoresco patio andaluz, y una serie de estancias decoradas con pinturas del propio artista, esculturas, y diferentes objetos ornamentales. En realidad, cuando se visita el lugar parece increíble encontrarse en el centro de Madrid; da la sensación de que el tiempo se ha detenido y estamos en un sitio lejano, de ensueño, casi mágico. La casa la construyó el propio Joaquín Sorolla pensando en un lugar de residencia para él y su familia, y después de la muerte del pintor se convirtió en su propio museo. Tras nuestra visita a la Casa Árabe de Madrid, hoy nos adentramos en el Museo Sorolla dentro de nuestra sección Lugares con mucha historia.

Museo Sorolla

UNA CASA DE ENSUEÑO

El actual Museo Sorolla, fue residencia de Joaquín Sorolla y su familia desde el año 1911, y es una de las casas de artista que mejor se conservan en Europa. En realidad se trata de un proyecto llevado a cabo por el propio pintor, que consiguió realizar su sueño de integrar una vivienda familiar con su espacio de trabajo.

Museo Sorolla

El artista pudo financiar su proyecto gracias al creciente éxito que fue cosechando, especialmente con las exposiciones que realizó en Estados Unidos. Tras la muerte del pintor valenciano (en 1923), su exesposa Clotilde García del Castillo legó la casa y su colección de arte al Gobierno español, dando su consentimiento para que se creara un museo dedicado a su marido.

Museo Sorolla

Fue en el año 1932 cuando se inauguró el museo con la ayuda de la familia del pintor, que se encargo de cuidar todos los detalles para que el aspecto del lugar fuera el mismo que tuvo cuando vivía el artista. En total se exhiben más de 1.200 obras de Sorolla, además de objetos personales, mobiliario y una destacada colección personal de arte.

Museo Sorolla

CONOCIENDO EL MUSEO

El espacio que comprende el Museo Sorolla está formado por un gran jardín (que a su vez es la unión de tres jardines de diferentes estilos que el propio artista diseñó y que son la entrada al museo); un patio andaluz (revestido por azulejos de Triana y decorado con diferentes piezas de cerámica); tres salas principales (la Sala I, con una interesante colección de obras del artista; la Sala II, el antiguo despacho de Sorolla, donde el pintor recibía a sus clientes y mostraba sus últimas creaciones; y la Sala III, el estudio del artista, sin duda un lugar fascinante, porque permite ver con todo lujo de detalles cómo trabajaba Sorolla, ya que se conserva tal cual él lo dejó).

Museo Sorolla

En la segunda planta nos encontramos con cuatro salas más (destinadas hoy en día a colecciones temporales); el salón, un espacio majestuoso con vistas al jardín; el antecomedor y el comedor, dos estancias igualmente interesantes, decoradas con un gusto exquisito.

Museo Sorolla

En resumen, se trata de un lugar único en Madrid, imprescindible para cualquier amante del arte y la cultura. Si no lo conoces, no tienes excusa para no ir. En la página web oficial del museo puedes ampliar información.

Museo Sorolla

¿SABÍAS QUÉ…?

1909 fue el gran año de Joaquín Sorolla. El artista realizó una exposición en Nueva York que desbordó los cálculos más optimistas: recibió 160.000 visitantes en un mes y se vendieron 150 cuadros.

Museo Sorolla

Fotografías 01 y 02: Luis García

Fotografía 03: Bart Van Poll

Fotografías 04, 07, 08 y 09: Juantiagues

Fotografía 05: Adam Jones

Fotografía 06: Tim Adams

Comentarios

  1. LUIS ECED GALVAÑÓN

    Estoy totalmente de acuerdo. Es una visita obligatoria vivas o no en Madrid y, además hacerlo de forma periódica.
    Símplemente con pasear y contemplar su jardín, merece la pena.
    Muchas gracias por sacar a luz este, y otros lugares de Madrid que ayudan a recobrar la paz.

    1. Autor de la
      Entrada
      Estate One

      Hola Luis, es verdad, simplemente el jardín es una maravilla. La casa en sí misma ya merecería la pena visitarse aunque no hubiera sido de Sorolla; si además sabemos que fue la casa del pintor y tenemos el incentivo de poder ver cuadros de él y el que fue su espacio de trabajo, no hay duda: la visita es obligada. Muchas gracias por tu comentario, nos alegramos de que te haya gustado el artículo.

  2. Pingback: Museo Cerralbo: viajando al S. XIX - Blog, dulce blog

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.