El Palacio de los Vargas (también llamado Casa de Campo de Felipe II) es un palacete que fue usado por la monarquía española durante siglos. Se trata de un edificio renacentista de gran valor arquitectónico ubicado en la Casa de Campo que actualmente es propiedad municipal y que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2010.

Además del edificio, destacan los preciosos jardines que lo rodean y que reciben el nombre de “Reservados”. No se trata de un conjunto histórico cualquiera, ya que podría decirse que el Palacio de Vargas y sus jardines fueron el embrión de lo que luego sería el Real Sitio de la Casa de Campo, pues éste empezó a originarse a partir de que Felipe II adquiriera y reformara la finca en el siglo XVI. Todos los bosques y huertas que posteriormente constituyeron la Casa de Campo fueron proyectados a partir del palacete y sus jardines, de ahí la importancia de este conjunto monumental, que bien podría considerarse como un pequeño tesoro de Madrid. Es importante especificar que el Palacio de los Vargas de la Casa de Campo no debe confundirse con el que se ubica en la Plaza de la Paja, del cual ya hablamos en este blog. La última vez que nos adentramos en nuestra sección Lugares con mucha historia fue para visitar la Plaza de la Villa; hoy lo hacemos viajando hasta la Casa de Campo para visitar el Palacio de los Vargas.

UNA FAMILIA DE ALTA ALCURNIA Y VARIAS REFORMAS
El origen del Palacio de los Vargas nos conduce hasta la familia de los Vargas, una de las más poderosas del Madrid de otros tiempos. Esta familia mandó construir el palacete en el año 1519, y era muy habitual que invitaran a visitarlo al emperador Carlos I. Años más tarde, en 1561, Felipe II compró el edificio a la familia y mandó construir los jardines y elementos paisajísticos que conformarían lo que después fue la Casa de Campo. Con el paso del tiempo el palacete fue deteriorándose hasta que en 1767 Carlos III encargó a Francesco Sabatini su rehabilitación. Es entonces cuando el arquitecto italiano sustituyó el ladrillo por el revoco para que el edificio tuviera un aspecto mucho más clasicista. Fue en el año 1931 cuando todo el conjunto pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, y ya en 1967 el arquitecto Manuel Herrero de Palacios volvió a reformarlo otra vez.

CASA DE CAMPO Y RESIDENCIA DE RECREO
Pero la anterior no sería la última reforma del palacete, pues entre los años 2014 y 2015 el arquitecto Cleto Barreiro volvería a reformarlo una vez más, eliminando gran parte de los elementos decorativos anteriores. Situado a orillas del río Manzanares y en medio de un tupido bosque, el Palacio de los Vargas fue concebido desde el inicio como una residencia de recreo, y ése es precisamente su gran valor, ya que hay muy pocas casas de campo residenciales construidas en España en el siglo XVI. Por otro lado, también son muy reseñables los jardines que hay en el entorno del palacete, donde destacan los elementos renacentistas italianos introducidos por el arquitecto Juan Bautista de Toledo.

¿SABÍAS QUÉ…?
Se cree que el rey Francisco I de Francia pudo estar confinado en el Palacio de los Vargas durante su cautiverio en Madrid, y es muy posible que años después, cuando construyó en París el Bois de Boulogne, se inspirará en las construcciones que vio en la Casa de Campo.
Imágenes 01 y 04: Riozújar
Imágenes 02 y 03: Richtea