El confinamiento provocado por el coronavirus está siendo responsable de que tome forma un nuevo modelo de vivienda que hasta hace poco no existía. En España siempre ha habido un gran interés por vivir en el centro de las grandes ciudades, donde se tiene acceso a todo el ocio y los servicios que una gran urbe ofrece. Digamos que hasta ahora el modelo de vivienda para los inversores que buscaban piso en zonas urbanas solían ser inmuebles céntricos o muy bien situados, para poder disfrutar de todas las ventajas que el centro de una ciudad permite.

Hace un año el teletrabajo apenas existía y el tiempo que los inquilinos pasaban en sus casas era muchísimo menor que el de ahora, pero la irrupción del coronavirus ha cambiado la realidad del mundo y en nuestro país los hábitos de miles de españoles han dado un giro de 180 grados. Ahora hacemos la vida en casa y hasta que no podamos hacer frente a la pandemia con métodos más efectivos de los que ahora mismo disponemos, debemos acostumbrarnos a esta nueva realidad. Por lo que respecta al sector inmobiliario, no podemos decir que haya habido un cambio de tendencia y que el centro de las grandes ciudades ya no interese al inversor, pero sí que se están contemplando nuevas opciones por parte del comprador. Hace unos meses era impensable para muchos salir de las grandes ciudades, pues el trabajo obligaba a vivir en ellas, pero el teletrabajo ha abierto un abanico de posibilidades que antes no existían. Veámoslo más en detalle.

INTERÉS POR LAS ZONAS DE INTERIOR

Muchos españoles que compran una casa en tiempos de coronavirus están fijando sus objetivos en zonas que unos meses atrás apenas tenían demanda. El Colegio de Registradores ha observado que este verano algunas regiones tuvieron un incremento muy importante; tal es el caso de Extremadura (con una subida en la compraventa de casi un 50%), Asturias (más de un 10%) o Cantabria (un 5,7%). Por el contrario, destinos como Madrid o Cataluña, que siempre habían estado a la cabeza en la demanda, han tenido considerables retrocesos. El Colegio de Registradores hace hincapié en que aún es pronto para hablar de un cambio de tendencia, pues habrá que ver qué sucede cuando la crisis sanitaria toque a su fin, pero sí que ponen de relieve este gran interés por parte del comprador en zonas de interior por las que hasta hace poco apenas había demanda. Asimismo, el tipo de vivienda que muchos compradores buscan ahora (casas más espaciosas y de un corte más clásico), también apunta a ese nuevo modelo de vivienda que se está abriendo paso en nuestro sistema inmobiliario. La importancia de las zonas comunes o de disponer espacios como piscina y jardín es cada vez mayor para este tipo de compradores, que ven en pequeñas ciudades o incluso pueblos una opción de vida que antes de la llegada del teletrabajo no podían plantearse.

OPORTUNIDAD PARA OTRAS ZONAS

Por paradójico que resulte, hasta una desgracia del calibre de la que estamos viviendo a causa del coronavirus, tiene un lado optimista. En el sector inmobiliario, este nuevo modelo de vivienda del que hemos hablado ha supuesto un poco de aire fresco para las zonas de interior (es muy significativa la subida que antes comentábamos de las transacciones que hubo este verano en Extremadura). El coronavirus ha cambiado la forma de concebir el hogar, como ya hemos dicho, y el teletrabajo ha sido el trampolín necesario para que ese cambio se produzca. Gracias a todo ello, otras zonas de España están teniendo una oportunidad que ya se está reflejando en las transacciones. Fuera de los grandes núcleos urbanos muchas parejas jóvenes están encontrando su forma de acceder a la vivienda; falta por ver ahora qué ocurrirá en un futuro y si esta forma de trabajar, sin necesidad de acudir a una oficina, seguirá siendo posible cuando todo se normalice.