El dilema de la obra nueva

El dilema de la obra nueva

La falta de obra nueva preocupa a las promotoras y podría suponer un escollo en la recuperación de la construcción en nuestro país. Esta preocupación es entendible, pues la construcción ha sido uno de los sectores que mejor se ha recuperado después de que irrumpiera el coronavirus y sería muy importante que el sector mantuviera esa buena senda. Hace un año decíamos en este blog que era el momento de la vivienda nueva en España, pues cada vez se vendían más viviendas de obra nueva y la tendencia que se imponía en el mercado inmobiliario la marcaban este tipo de inmuebles. Hoy, con la pandemia, los permisos para construir vivienda nueva se han visto muy mermados (en el pasado mes de marzo cayeron casi un 37%), lo cual preocupa al sector de la construcción, que podría perder puestos de trabajo. Es importante recalcar que durante el estado de alarma sí que hubo obras de nueva construcción en nuestro país, si exceptuamos los días de mayor confinamiento. En líneas generales podemos decir que el sector de la construcción ha sobrevivido hasta ahora al coronavirus, pero es fundamental que esta inercia no se vea truncada en los próximos meses, y para ello la obra nueva jugará un papel determinante.

El dilema de la obra nueva

MODERADO OPTIMISMO Y CIERTAS DUDAS

Los datos del número de trabajadores dedicados al sector de la construcción en nuestro país en el mes de septiembre de 2020 no ofrecen diferencias significativas respecto a los de 2019. En total son 861.647 los afiliados a la Seguridad Social en este mes dentro del régimen general (un 1% menos que en 2019), pero si nos fijamos en el régimen de trabajadores autónomos (389.438), hay un incremento de un 0,5%. Si a esto sumamos que 9 de cada 10 trabajadores del mundo de la construcción que fueron despedidos durante la pandemia se han vuelto a reincorporar a su puesto de trabajo, vemos que hay motivos para ser moderadamente optimistas. Hay que tener en cuenta que las obras que estaban en marcha antes de la pandemia no se han paralizado, han seguido adelante a pesar del coronavirus, y esta circunstancia ha sido clave para que el sector no sufriera un importante frenazo. El temor, como ya hemos apuntado, se centra en las obras de nueva construcción que estaban previstas para más adelante y que podrían no llevarse a cabo por culpa de la pandemia. Digamos que hoy por hoy la actividad funciona bien, pero es el mañana de la construcción lo que genera ciertas dudas. La incertidumbre debida a la crisis sanitaria en todo el mundo también ha alcanzado a la construcción, a pesar de que sus datos actualmente no son malos, como ya hemos visto: es el descenso registrado en verano con la obra nueva lo que más preocupa.

El dilema de la obra nueva

IMPORTANTE INYECCIÓN DE FONDOS

Los 140.000 millones que España recibirá procedentes del fondo de recuperación europeo son sin duda un importante balón de oxígeno para el sector de la construcción. De esa cantidad 72.700 millones se destinarán a ayudas directas y el resto irá destinado a créditos. Esta inyección de fondos supone una ayuda importante, pero debería venir acompañada de más medidas que impulsen la construcción de obra nueva en el sector. Según algunos expertos, estas medidas podrían ser potenciar la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico para poder crear nuevos proyectos en el mundo de la construcción, o incentivar políticas que fomenten la accesibilidad de los jóvenes a la compra de vivienda.

Fotografía 02: Jason Goh

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