El arte de agrandar una estancia

El arte de agrandar una estancia

Agrandar una estancia puede ser más fácil de lo que parece si se utilizan algunos pequeños trucos. El espacio es el eterno problema de cualquier inquilino: por mucho que parezca que una estancia es todo lo grande que se necesita, cuando va pasando el tiempo siempre da la impresión que el espacio se ha reducido. ¿Qué ha pasado con esa habitación en la que antes nos cabía todo sin ningún problema? A medida que pasan los años suele ser habitual que nuestras estancias ya no resulten tan espaciosas como al principio. Siempre surge la necesidad de disponer de más espacio y es inevitable que con los años vayamos acumulando cosas; en mayor o menor medida, todas las personas lo hacemos. ¿Qué podemos hacer para ganar más espacio y que nuestra estancia parezca más grande?

El arte de agrandar una estancia

El primer consejo que vamos a dar puede parecer banal, pero no lo es: se trata de abrir los ojos. Mira cómo tienes colocado todo y pregúntate si hay cosas innecesarias; seguro que encuentras más de una que puedes retirar. Ya hemos hablado en este blog de lo importante que es la luz en una vivienda: una buena iluminación consigue que las habitaciones parezcan más amplias, por eso es fundamental aprovechar al máximo la luz natural de la que se disponga e iluminar con una luz artificial agradable las zonas donde la luz natural no llegue. Es importante también que los colores de las paredes sean armónicos y no produzcan estridencias, pues los contrastes fuertes de color distraen al ojo y provocan sensación de agobio. Para conseguir un efecto de amplitud puede ser una buena idea pintar las paredes con colores suaves.

El arte de agrandar una estancia

ENSANCHANDO EL ESPACIO

Es preferible utilizar un mueble grande en el que tengamos guardadas las cosas antes que varios pequeños, aunque pueda resultar paradójico. Esto es así porque el ojo agradecerá encontrar sólo un obstáculo en su camino, aunque sea grande, en lugar de varios pequeños que crearán la sensación de que el espacio en la sala es menor.

El arte de agrandar una estancia

Otro truco que funciona muy bien es la utilización de un buen espejo; si lo colocamos en una pared donde no haya muchas más piezas decorativas, crearemos sensación de amplitud y luminosidad. Por otro lado, los techos son buenos aliados para desahogar los espacios y muchas veces no les sacamos todo el partido que deberíamos. Una lámpara bonita, que llame la atención, o algunas estanterías colocadas en la parte superior de la pared servirán para atraer la vista; de esta forma despegamos la vista del suelo y creamos la sensación de que el espacio a nuestro alrededor se ha ensanchado.

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MUEBLES Y DECORACIÓN

Con respecto a los muebles, al igual que ocurre con las paredes, conviene evitar los colores oscuros. Siempre que se pueda es preferible colocarlos lejos de la pared para evitar esa impresión de que falta espacio. Asimismo, ahorraremos espacio si podemos utilizar mesas plegables que se sacan sólo cuando se necesitan. En general, los muebles que son livianos ayudan a aligerar el lugar; si además cuentan con patas que los separan del suelo, la sensación de amplitud es todavía mayor.

El arte de agrandar una estancia

Respecto a los elementos decorativos, debemos ser comedidos para no saturar. Menos es más es una regla que nos conviene aplicar siempre: una buena pieza bien elegida, mejor que muchos objetos. Por ejemplo, un jarrón alto y estiloso ayudará a crear sensación de holgura.

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