Se espera una recuperación del mercado de la vivienda para este verano con la compra de segundas residencias y la vuelta del inversor extranjero. Los analistas inmobiliarios son optimistas, pero advierten que conviene ir paso a paso y no dar nada por seguro, tal es la incertidumbre en la que esta crisis sanitaria nos ha sumido durante este último año y medio. Por lo tanto, podemos hablar de un moderado optimismo en lo que a una posible recuperación inmobiliaria se refiere a lo largo del verano. Cuando hace unas semanas decíamos en este blog que el sector inmobiliario empezaba a reponerse del COVID, hablábamos de los buenos datos que el Instituto Nacional de Estadística compartió en el pasado mes de marzo y de cómo se esperaba poder alcanzar los números de enero de 2020 si las transacciones se seguían produciendo. El confinamiento provocó la necesidad de disponer más espacio y más luminosidad en casa, lo cual se ha traducido en una reactivación del mercado inmobiliario. Es evidente que la evolución de la pandemia será clave para ver cómo evoluciona el mercado definitivamente; con el país inmerso en pleno proceso de vacunación, seguimos pendientes a diario de las nuevas cepas y de cómo se comporta el virus, pero ahora mismo los expertos del mercado inmobiliario creen que este verano se puede cerrar con buenos datos.

DOS FACTORES TRASCENDENTALES

Todos los analistas coinciden en que habrá dos factores que determinarán el comportamiento de nuestra vivienda en este verano. Por un lado, será muy importante la recuperación de la economía y del empleo para que el inversor recupere la confianza necesaria, y por otro lado será también muy importante que el comprador extranjero regrese y vuelva a tener el peso que le corresponde. De momento ya se observa cierta recuperación en la segunda residencia, como decíamos, lo cual invita al optimismo. El vacío que dejó el comprador extranjero con la pandemia en parte ha sido cubierto por el comprador nacional, en muchos casos debido a esa necesidad de disponer más espacio y más luz de la que hablábamos antes. No podemos decir que el comprador nacional haya reemplazado al extranjero, pero sí que ha ocupado parte del hueco que éste dejó. Ahora el comprador extranjero empieza a volver poco a poco, sobre todo en ciertos sectores como puede ser el del lujo, por ejemplo. Se estima que en 2020 la compra de vivienda por parte del comprador extranjero se redujo en torno a un 26% (en total, se calcula que el comprador extranjero adquirió unas 46.300 viviendas en nuestro país). Esto supuso algo más de un 11% de todas las transacciones que se realizaron en 2020. Si la vacunación sigue avanzando y los datos del virus continúan mejorando, se espera que el inversor extranjero vuelva a ocupar el lugar que le corresponde (lo cual es fundamental para impulsar el mercado inmobiliario en nuestro país).

CON ESPAÑA ENTRE CEJA Y CEJA

Los expertos del sector inmobiliario aseguran que la pandemia no ha restado interés al comprador extranjero, que sigue teniendo a España como uno de sus destinos preferidos para invertir en vivienda. Este comprador no sólo invierte en vivienda vacacional: Madrid y Barcelona son el objetivo de compradores extranjeros que buscan en nuestro país una primera residencia. En la capital destaca el comprador latinoamericano, mientras que Barcelona suele tener un público extranjero europeo. En cualquier caso, es evidente que la crisis sanitaria ha reducido la actividad del inversor foráneo, y no se espera que en 2021 se produzca una recuperación total. Si los datos de la crisis sanitaria siguen mejorando, será ya en 2022 cuando podamos volver a los niveles de antes y el comprador de vivienda extranjero vuelva a ocupar el lugar que le corresponde.

Fotografía 01: jcomp