Una vivienda con certificado ecológico permite vivir de forma sostenible y respetando el medioambiente, pero ahora también sirve para obtener interesantes ventajas fiscales. En España cada vez hay más conciencia de que una casa debe ser respetuosa con el entorno; también se tiene en cuenta que si una casa es energéticamente eficiente la factura del gas o de la luz será menor, sin embargo estas circunstancias apenas se consideran a la hora de comprar piso. Cuando invertimos en una vivienda aún no damos importancia al hecho de que tenga o no certificado ecológico: un error que deberíamos empezar a cambiar.

DESGRAVACIONES FISCALES

Ya habíamos hablado en este blog de la importancia de la certificación LEED o de sistemas como la aerotermia, que permiten que una vivienda ahorre considerablemente. Ahora en España hay que sumar la ventaja de que una vivienda con certificado ecológico tiene importantes desgravaciones fiscales. En 2016 ha entrado en vigor la ley que permite a los ayuntamientos reducir la cuota del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) hasta un 20% para la casas que ahorran más energía (calificadas con letra A), un 16% para la letra B, un 12% para la letra C, un 8% para la letra D y un 4% para la E. Esto implica un ahorro extra sumado al ahorro que de por sí ya supone tener una casa energéticamente eficiente; por ello, quien no tenga la casa acondicionada debería considerar la opción de invertir en una reforma, pues esta inversión supondrá un ahorro seguro con el paso del tiempo.

MUCHO POR MEJORAR

En España aún queda mucho por mejorar en el campo de la calificación energética de viviendas. Se estima que existen unos 25 millones de casas, de las cuales tan sólo un millón y medio habrían obtenido el certificado ecológico. Si miramos los datos de calificación observamos que un 80% de viviendas tiene una calificación de letra E o inferior, y ni siquiera un 1% alcanzan la letra A (sólo la tienen el 0,7% de casas). Poco a poco se está consiguiendo una mayor concienciación de la importancia de este certificado, pero aún queda mucho por hacer. Quizá esta ley que premia a las casas eficientes con desgravaciones fiscales ayude a tener más en cuenta este factor, ojalá que así sea.