La Casa Encendida es un centro social para el encuentro donde confluyen el arte y la cultura, y en el que se realizan exposiciones, actividades solidarias, charlas y conciertos. Este lugar ya es todo un referente en el panorama cultural madrileño, pero hace décadas, cuando se construyó, no era un edificio dedicado a la cultura. La Casa Encendida es otro ejemplo de rehabilitación, en el que se demuestra una vez más la importancia que tiene recuperar espacios en desuso para los habitantes de una ciudad. Con él regresa nuestra sección Rehabilitar es Habitar, que habíamos dejado semanas atrás visitando las Escuelas Pías.
DE CASA DE EMPEÑOS A CASA CULTURAL
Lo primero que llama la atención de la Casa Encendida es el precioso estilo neomudéjar de su edificio (ya hemos hablado del neomudéjar madrileño en el blog de Estate One). El edificio, que hoy en día está protegido y considerado de valor histórico y artístico, se terminó en el año 1913, y se construyó para dar origen a la Casa de Empeños y Monte de Piedad de Madrid.
Además de su planta rectangular con su patio central, destacan sus tres alturas y su azotea. Antiguamente se ubicaban allí oficinas y dependencias de la Casa de Empeños, hoy en día todas esas zonas se utilizan para albergar exposiciones y actividades culturales, lo cual confiere un ambiente muy especial a todo lo que allí puede verse.
LA REHABILITACIÓN
La Casa Encendida fue concebida como tal al final de los años 90; concretamente fue en 1999 cuando el edificio comenzó a rehabilitarse, y las obras se prolongaron por tres años.
Cabe destacar que en la rehabilitación se respetó la estructura y el aspecto del edificio, algo fundamental para que hoy en día podamos seguir disfrutando de él y de su valor histórico y artístico. Se pensó entonces que el contraste entre la arquitectura neomudéjar y las actividades artísticas aportaría una dimensión diferente y especial a todo lo que allí se realizase, y así ha sido.
Sin apenas cambios estructurales, la Casa Encendida ofrece un espacio fresco y diferente, cálido y cercano al público. La ausencia decorativa del interior de las salas es acertada para no robar protagonismo a las obras de arte; el edificio allí dentro parece desnudo en comparación con la alegría de su fachada.
En el sótano actualmente existe un auditorio para 175 personas, una sala audiovisual para 72 personas y dos salas más de exposiciones. El patio (donde se organizan conciertos en verano) tiene una superficie de 300 m2, y en el primer piso hay una biblioteca de trabajo y una sala de lectura. En el segundo piso también hay salas de trabajo y talleres. En su parte superior está la azotea, donde hay una exposición permanente de Medio Ambiente Urbano.
Fotografía 01: Daniel Huntley
Fotografía 02: losmininos
Fotografía 03: rdhox
Fotografía 04: Antonio Tajuelo
Fotografía 05: Rubén Vique
Fotografía 06: nvivos.es, 5gig
Fotografía 07: Carmen Voces
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