El Invernadero de la Arganzuela es un pequeño oasis dentro de Madrid donde miles de plantas conviven en un espacio rehabilitado. Una vez más podemos hablar de un rincón de la ciudad que hoy en día se aprovecha gracias a un trabajo de rehabilitación, por eso nunca nos cansaremos de decir bien alto el título de esta sección: Rehabilitar es Habitar. Y es que gracias a la rehabilitación las ciudades recuperan edificios históricos o emblemáticos que después de un periodo de abandono tienen una segunda vida. El Invernadero de la Arganzuela debido a su aspecto también es conocido con el nombre de Palacio de Cristal, pero para no llevar a error con el Palacio de Cristal del Parque del Retiro nosotros nos referiremos a él como el Invernadero de la Arganzuela.
Se sitúa a orillas del Manzanares, en la zona de Madrid Río, y en él podemos encontrar infinidad de plantas provenientes de todas las zonas del planeta, que harán las delicias de los aficionados a la botánica y también de los más pequeños. Cuando hace unos meses hablábamos en este blog de la Estufa Fría de Madrid describíamos un auténtico pulmón verde en el norte de la ciudad; hoy nos quedamos prácticamente en el centro para visitar un entorno parecido, el del Invernadero de la Arganzuela, que sirve para retomar esta sección del blog que habíamos dejado con el Instituto Cervantes.
CUATRO MICROCLIMAS DIFERENCIADOS
El Invernadero de la Arganzuela, ubicado en el Paseo de la Chopera, es un espacio de más de 7.000 m2 que forma parte de lo que antiguamente fue el Matadero Municipal de Arganzuela. Da la casualidad de que el Matadero, también rehabilitado y hoy en día un lugar imprescindible para aficionados al arte y la cultura, fue nuestra primera parada en esta sección del blog.
El invernadero, de gran planta rectangular, fue construido por el arquitecto Luis Bellido y González durante el primer cuarto del S. XX. Este bello edificio industrial se utilizó como una de las dependencias del antiguo matadero, pero con los años cayó en desuso hasta su completo abandono. Fue en 1992 cuando se decidió emprender su rehabilitación convirtiéndolo en invernadero a través de un ambicioso plan.
Se propuso entonces rehabilitar el espacio tomando como referencia invernaderos de grandes ciudades europeas como Londres, Viena o París. Hoy en día el invernadero también es un museo; en su exterior destaca su bonito aspecto de palacete, y dentro de él se separan cuatro zonas diferenciadas. Cada zona cuenta con un microclima especial que permite el crecimiento de plantas muy específicas; desde flora tropical y subtropical, hasta plantas crasas y cactáceas, pasando por plantas acuáticas y desérticas. En total se calcula que hay más de 9.000 especies de plantas diferentes.
UN LUGAR DE ENSUEÑO
Pero además de las plantas en el invernadero también destacan sus numerosas fuentes, sus columpios, y unas cascadas que desembocan en estanques donde nadan peces y aves. Incluso existe una zona habilitada para poder hacer patinaje.
El entorno es verdaderamente idílico, casi un lugar de ensueño en el que los niños disfrutan paseando entre la naturaleza al tiempo que conocen nuevas especies de animales y plantas. Los adultos también disfrutan del lugar, pues resulta muy agradable pasear admirando el diálogo entre la naturaleza y la arquitectura industrial rehabilitada. En Estate One sugerimos reservar una mañana o una tarde para visitar el Invernadero de la Arganzuela en familia.
¿SABÍAS QUÉ…?
Antiguamente la zona del matadero donde se ubicaba el Invernadero de la Arganzuela era conocida como la Nave de la Patatas. Esto es debido a que en los años 40 en aquella zona del matadero se instaló un almacén de patatas.
Fotografías 01, 03, 04, 05, 06, 07 y 08: Manuel
Fotografía 02: Discasto
Comentarios
Belleza de arwuitectura industrial para mostrar el esplendor de la vegetacion
Entrada
Hola Virginia, así es. En el Invernadero de la Arganzuela se conjugan arquitectura y naturaleza, lo artificial y lo natural, de una forma muy bella. Gracias por comentar, un saludo!