2020 es la fecha elegida para la cual la vivienda, tal y como la hemos conocido hasta ahora, empiece a cambiar para siempre. ¿Qué ocurrirá en esa fecha? Según el acuerdo adoptado por la Unión Europea, todos los edificios que se construyan a partir de finales de 2020 estarán obligados a tener un consumo energético casi nulo. Se trata de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD), que pretende reducir al máximo el consumo de los edificios para que las ciudades sean más sostenibles y la calidad de vida mejore. Además, la energía consumida por edificios de nueva construcción deberá ser generada a través de fuentes de energía renovables que produzca el propio edificio, o que estén cercanas a él. En este blog ya hemos hablado de la importancia de que las viviendas tengan un compromiso con la sostenibilidad, pues todos sabemos que los recursos del planeta no son eternos. Hace unas semanas hablábamos de la posibilidad de instalar placas solares en las azoteas de Madrid y también comentamos en su día qué se puede hacer para que una casa sea más eficiente. Cuando tratábamos todos estos temas lo hacíamos porque somos conscientes de que existe la necesidad de un cambio en el sistema inmobiliario actual. Así lo exige la Unión Europea, y así se hará efectivo a partir de 2020.

UN AHORRO QUE ES DOBLE

Además del ahorro energético que supondrán los edificios de consumo casi nulo, también se producirá un importante ahorro económico para las familias que vivan en ellos. Cuando los materiales de construcción son óptimos y consiguen un buen aislamiento en la vivienda, las filtraciones son mínimas tanto en invierno como en verano, lo cual implica que el gasto en calefacción y aire acondicionado se reduzca ostensiblemente. En porcentaje, se calcula que estos nuevos edificios ahorrarán entre un 60 y un 80% respecto a edificios convencionales. Ya hablamos en su día en este blog de los edificios que ayudan a luchar contra la polución; la Unión Europea persigue incentivar este tipo de iniciativas, por eso quiere implantar su normativa en 2020. Pero, ¿cuándo exactamente? La fecha para la cual se ha fijado su aplicación es el 31 de diciembre de 2020, y deberá ser el gobierno de cada país europeo quien promueva que la normativa se cumpla. Los edificios construidos con anterioridad a esa fecha deberán adecuarse en la medida de lo posible para cumplir la mayoría de normas a través de la rehabilitación.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS

Algunas características de los edificios de consumo casi nulo pueden ser disponer de un buen aislamiento (con una alta resistencia tanto térmica como al paso de calor, un buen aislamiento acústico, una baja conductividad y una alta resistencia ante posibles incendios); un buen sellado (para impedir el paso de aire del exterior al edificio o la pérdida de temperatura del mismo); un aprovechamiento del sol como fuente de energía (los edificios deberán tener un buen diseño bioclimático que potencie la energía del sol a través de una buena orientación y la instalación de ventanas adecuadas, así como placas fotovoltaicas); reguladores de temperatura (como termostatos inteligentes, que permiten ahorrar hasta un 40% en la factura) o uso de la materia orgánica (como pueden ser las calderas y las estufas de biomasa, que aprovechan residuos materiales como restos orgánicos o huesos de aceituna para producir energía). Sin duda nos encontramos ante un reto importante para nuestro sistema inmobiliario, que tendrá que adaptarse a estas exigencias en poco más de dos años.

Fotografía 01: The People Speak!