El Museo Reina Sofía (o Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) es uno de los muesos de arte contemporáneo más importantes del mundo. Gracias a él España consiguió tener un museo de arte contemporáneo reconocido de forma internacional, pero para poder convertirse en lo que es hoy su edificio tuvo que ser restaurado por completo.

Cuando un espacio de una gran ciudad además de ser un referente del arte y la cultura destaca por su valor arquitectónico y visual, su importancia resulta todavía mucho mayor. El edificio del Museo Reina Sofía podría decirse que ya es una obra de arte en sí mismo, y bien merece la pena una visita aunque sólo sea para verlo por fuera y disfrutar de uno de los ejemplos de arquitectura moderna más interesantes de todo Madrid. Hoy vamos a hablar de su rehabilitación dentro de nuestra sección Rehabilitar es Habitar, que habíamos dejado hace unas semanas después de visitar Platea Madrid.

UN NUEVO EDIFICIO, UN NUEVO BARRIO

El edificio del Museo de Arte Reina Sofía fue construido por los arquitectos José de Hermosilla y Francisco Sabatini, aunque sus orígenes se remontan a la época de Felipe II, en el S. XVI. El monarca español decidió unificar en un mismo lugar todos los hospitales de Madrid: nació así el Hospital San Carlos, situado donde ahora se encuentra el museo.

Dos siglos después Carlos III lo amplió, y a lo largo de los años el edificio tuvo diferentes remodelaciones. En la segunda mitad del S. XX llegó incluso a plantearse su demolición debido a su deterioro, pero en 1977 es declarado Monumento Histórico-Artístico y se logra de esta forma su continuidad. Es en 1980 cuando comienza su restauración, realizada por Antonio Fernández Alba, y en el año 1986 el Museo de Arte Reina Sofía se abre al público, usándose las dos primeras plantas del antiguo hospital como salas de exposiciones temporales.

Pero todavía fueron necesarias más reformas, y así en 1988 Íñiguez de Onzoño y Vázquez de Castro continuarían mejorándolo, por ejemplo con la construcción del icónico ascensor de vidrio y acero que puede verse desde la calle. Fue en 1992 cuando se inauguró la exposición permanente del museo. Ya en 2001 se decide ampliar aún más el espacio, para lo cual se construyó un nuevo edificio de la mano del arquitecto Jean Nouvel. Éste sería inaugurado en 2005; entonces además del edificio se construyó la actual plaza pública (una demostración más de cómo puede transformarse un barrio y un entorno urbano a través de la rehabilitación).

LA CASA DEL GUERNICA

En total son más de 84.000 los m2 con los que cuenta el Museo Reina Sofía para albergar exposiciones. Junto con el Prado y el Museo Thyssen-Bornemisza forma el llamado Triángulo del Arte de Madrid. En su colección permanente pueden disfrutarse de obras de genios como Picasso, Dalí, Miró, Gris, Braque o Bacon.

La obra más importante del museo sin duda es el Guernica de Picasso, todo un referente del arte moderno que ha trascendido barreras artísticas para situarse como un icono mundial del S. XX. En 1981 la obra llegó a España y se ubicó en el Casón del Buen Retiro, hasta que en 1992 fue trasladada al Reina Sofía, acompañada de bocetos y fotografías.

UN LOCAL QUE RESPIRA ARTE

Justo en la plaza del Museo Reina Sofía Estate One dispone de este espectacular local que precisamente fue una galería de arte y está perfectamente acondicionado para funcionar como tal.

El espacio tiene más de 660 m2 útiles distribuido en tres alturas y dispone de dos accesos a la calle, dos aseos, oficinas, almacén, cámara acorazada y posibilidad de 4 plazas de garaje.

Una de las ventajas que tiene el inmueble es que cuenta con todas las instalaciones que necesita una galería de arte: carriles eléctricos, puntos de red, puntos de acceso telefónico, sensores de movimiento y sísmicos, detectores magnéticos en las puertas, cierre de seguridad motorizado, etc.

Si quieres más información, contacta con Estate One.

Fotografía 01: Dan Merino

Fotografía 02: saia.neogaia

Fotografía 03: Jon Crel

Fotografía 04: LARS77722

Fotografía 05: Microlito

Fotografía 06: Jean-Pierre Dalbera

Fotografía 07: Antonio Tajuelo