El alquiler tradicional gana músculo

El alquiler tradicional ha vuelto a coger fuerza en estos últimos meses en detrimento del alquiler turístico, que se ha visto muy perjudicado por la crisis del coronavirus. Ésta es una de las conclusiones que puede extraerse si analizamos el mercado inmobiliario en estos tres meses y medio que llevamos viviendo esta crisis sanitaria. Como veremos dentro de un momento, no todas las zonas de España han reaccionado igual, pues hay notables diferencias entre unas y otras, pero lo que sí que es un denominador común es que el alquiler turístico está sufriendo muchísimo esta crisis (seguramente sea el producto inmobiliario más perjudicado). Cuando hace unas semanas hablábamos en este blog del futuro de las viviendas turísticas decíamos que el panorama no se presentaba nada claro para ellas, pues la crisis del coronavirus ha cortado en seco con el turismo, lo cual repercute directamente en este producto inmobiliario, orientado en su inmensa mayoría a un público extranjero. Ahora tenemos más datos, y podemos ver que el alquiler residencial ha sido muy beneficiado de este descenso del alquiler turístico, pues se ha producido un transvase de un negocio a otro, lo cual resulta lógico. Los propietarios que no pueden alquilar sus inmuebles a turistas buscan soluciones en el alquiler tradicional, como era de esperar. Veámoslo más detenidamente.

El alquiler tradicional gana músculo

MADRID Y CATALUÑA, A LA CABEZA DEL TRASVASE

Se estima que más de un 16% del alquiler turístico que había en España antes del mes de marzo se ha reconvertido en alquiler tradicional. Es, sin duda, una de las principales consecuencias que la llegada del COVID-19 ha provocado en nuestro mercado inmobiliario, pero si nos fijamos en nuestras dos grandes ciudades, la diferencia es mucho mayor. En Madrid y Barcelona este trasvase del alquiler turístico al residencial se situaría en torno al 40% desde que se decretó en España el estado de alarma, lo cual supone prácticamente un hundimiento del alquiler turístico en estas dos ciudades. Hay que tener en cuenta que son precisamente Madrid y Cataluña las dos comunidades autónomas españolas que más alquiler turístico tienen (diferentes portales inmobiliarios adjudicaban hasta hace poco un porcentaje del 20% del parque inmobiliario de estas dos comunidades al alquiler turístico). Ahora que el turismo ha desaparecido y ese nicho de mercado queda muerto, se está ocupando ese hueco que ha quedado con el alquiler tradicional, si bien hay otras zonas de España más vacacionales (sobre todo las zonas costeras) donde el alquiler turístico no ha sufrido tanto, ya que éste se orienta exclusivamente al periodo vacacional, y el estado de alarma se levantó al comienzo del verano.

El alquiler tradicional gana músculo

¿UN HASTA LUEGO O UN HASTA SIEMPRE?

Pero, ¿qué ocurrirá con los inversores que han abandonado el alquiler turístico? Los expertos apuntan a que una parte importante de ellos no volverá nunca, y otra tratará de reintegrarse al negocio cuando las circunstancias mejoren. El problema es que, hoy por hoy, es imposible saber cuándo estas circunstancias van a mejorar, lo cual hace también imposible establecer un plan de vuelta para los que se han ido. No obstante, si el propietario ha optado por reciclarse en el alquiler tradicional con vistas a volver cuando el negocio del alquiler turístico mejore tendrá que tener en cuenta que el contrato de alquiler tiene una vigencia de cinco años, lo cual no permite un plan de vuelta a corto plazo.

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