El sector inmobiliario resiste al huracán del coronavirus a pesar del gran retroceso económico que la pandemia ha provocado en casi todos los ámbitos. Ésta es la conclusión a la que muchos analistas llegan después de contrastar los datos que el impacto del coronavirus ha originado en nuestro país durante estos últimos meses. Es muy importante recalcar que prácticamente todos los mercados del mundo, en mayor o menor medida, se han visto perjudicados por la irrupción del coronavirus, y el mercado residencial español no ha sido una excepción. Es evidente que la compraventa de inmuebles se ha resentido a causa de esta crisis sanitaria, pero también es cierto que no se ha resentido en la misma medida que otros sectores. Si tenemos en cuenta que en el sector inmobiliario apenas ha habido ERTES o ERES, y que aún teniendo que reinventarse la vivienda ha seguido con su actividad, podemos concluir que el sector está resistiendo mucho mejor que otros el desastre del coronavirus. Aún es pronto para poder hacer previsiones a largo plazo, si bien se habla de 2022 como una fecha en las que las aguas podrían volver a su cauce, al menos en el sector inmobiliario. Pero no hay nada seguro, y aunque en nuestro país se esperan nuevas inversiones para la vivienda tenemos que convivir con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo se va a prolongar esta situación.
DOS CRISIS MUY DIFERENTES
Es importante ser consciente de que esta actual crisis es muy diferente a la de 2008, y por lo tanto las dos crisis no deberían equipararse. Hoy en día nuestro sector inmobiliario está mucho más renovado que entonces, y las entidades financieras son especialmente cuidadosas en la concesión de hipotecas para evitar que suceda lo que ocurrió en 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Podemos decir que nuestro sistema inmobiliario ahora es más maduro, y por lo tanto, más sólido, lo cual está siendo determinante para poder resistir el azote del coronavirus. Está claro que la línea ascendente que el sector inmobiliario disfrutaba se ha visto interrumpida de forma brusca por culpa de esta crisis sanitaria (como no podía ser de otra forma), pero también parece claro que no debe hablarse de un desplome, un desastre o cualquier otro término tremendista que, por desgracia, sí que es aplicable a otros sectores. Como muestra de ello podríamos citar el precio de la vivienda; aunque en algunos casos ha habido corrección de precios, no se ha tratado de cambios radicales, ni se espera que vayan a producirse en un futuro. En general, los analistas creen que se producirá una recuperación económica cuando vayamos saliendo de esta crisis sanitaria, aunque sea a un ritmo más lento del deseado, y que no debería haber motivos para la alarma en el sector inmobiliario.
VOLVER A LA SENDA DE CRECIMIENTO
Ése es el principal objetivo que el sector inmobiliario tiene entre ceja y ceja: recuperar cuanto antes esa senda de crecimiento que fue una constante para la vivienda española en los últimos tiempos. Una cosa sí que parece indiscutible, y es que el sector inmobiliario español goza de buena salud; la forma en la que ha respondido a esta crisis sin precedentes dice bastante de su solidez y fortaleza. Veremos cómo evolucionan las cosas y en qué medida es posible que la vivienda española vuelva a crecer otra vez, algo fundamental para que la economía nacional se reactive de nuevo.
Comentarios
Esperemos que siga aguantando! Personalmente creo que antes del 2022 saldremos de esta! Espero no equivocarme! Gracias por el artículo!
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Pues sí, ojalá pueda seguir resistiendo, confiemos en que sí. Gracias a ti por comentar. Un saludo!