Las familias españolas prefieren tener su vivienda en propiedad antes que en alquiler. Éste es el titular que podemos extraer de los datos ofrecidos hace unas semanas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes al régimen de tenencia de la vivienda en España. En ellos observamos que casi un 77% de las familias españolas ocupaba una vivienda en propiedad durante el año 2020, una cifra que supone un aumento de casi ocho décimas respecto a la del año precedente. En este porcentaje se contemplan tanto las viviendas que ya están pagadas en su integridad como aquellas que aún tienen pagos pendientes. Si lo comparamos con el de las familias españolas que viven en alquiler, un 17,3% (un punto por debajo al del año precedente), la diferencia resulta significativa. El resto del porcentaje, un 5,8%, correspondería a familias que viven en inmuebles cedidos o con rentas muy rebajadas. Los datos nos sirven para concluir que la pandemia ha reforzado todavía más una tendencia que en España, a diferencia de otros países europeos, siempre ha sido sólida: la de preferir la compra al alquiler de una vivienda. A pesar de que en los últimos tiempos hemos visto cómo la oferta del alquiler ha crecido en nuestro país, seguimos optando por la compra, quizá debido a ese carácter familiar y arraigado a nuestros orígenes que distingue a la sociedad española.

PROPIETARIOS ANTES QUE INQUILINOS

Es incontestable que en nuestro país preferimos ser propietarios antes que inquilinos. Las familias españolas se decantan por comprar un inmueble aunque tengan que afrontar una hipoteca que deban pagar durante años. Los datos ofrecidos por el INE manifiestan que menos de la mitad de los propietarios españoles tienen totalmente pagada su vivienda (concretamente un 49,1%). Podemos decir que la pandemia no sólo no ha cambiado esa cultura española de preferir la compra antes que el alquiler, sino que incluso la ha reforzado. Además, la crisis sanitaria que vivimos ha provocado un recrudecimiento de las posibilidades de emanciparse para los jóvenes. La semana que viene lo analizaremos más en profundidad, pero sirva como adelanto decir que en 2020 un 25,6% de los jóvenes con una edad comprendida entre los 30 y 34 años residían con sus padres, lo cual supone un aumento de más de 5 puntos respecto al año 2013, y de más de un punto respecto a 2019. Según el INE, el 90% de los jóvenes se mostraría partidario de regular los precios del alquiler para facilitar la emancipación, y una inmensa mayoría de jóvenes cree que resulta muy difícil acceder a una vivienda antes de cumplir los 30 años.

MÁS NÚCLEOS FAMILIARES

Las cifras ofrecidas por el INE también ponen de relieve un aumento del número de núcleos familiares en el pasado 2020. El valor medio de núcleos familiares es muy superior a los 18 millones; concretamente, 18.754.800 núcleos familiares, lo cual supone un aumento de un 0,7%. El tamaño medio de los hogares españoles se situó en dos personas y media por hogar, y se estima que alrededor de 4,85 millones de personas españolas vivieron solas en el año 2020. Si nos fijamos en porcentajes, observamos que un 30,4% de los hogares españoles estaban formados por dos personas, un 26,1% por una sola persona, un 20,5% por tres personas, un 17,2% por cuatro personas y un 5,8% por cinco o más personas. En cualquier caso, a pesar de esos casi cinco millones de personas que viven solas en nuestro país, hay que decir que España es uno de los países de la Unión Europea con menos hogares ocupados por una sola persona.