Un factor clave en una vivienda es la luz, pues ésta condiciona absolutamente la percepción sobre la amplitud de cualquier espacio. Efectivamente, ¿cuántas veces una vivienda mal iluminada ha causado sensación de estrechez a sus ocupantes? Cuando en este blog hablábamos de diferentes aspectos importantes en una casa mencionábamos la luz en primer lugar, pues éstaes fundamental para percibir bien el espacio de cualquier hogar. Si no se dispone de luz natural es necesario implantar luz artificial en el inmueble de manera adecuada: sólo con luz el ambiente de una casa creará una sensación de amplitud y estará siempre vivo y alegre.

LA LUZ TAMBIÉN DECORA

Cuando una casa tiene luz está siendo definida, situada y, por qué no decirlo, decorada. Una habitación bien iluminada pone en valor todo lo que en ella se muestra: cualquier elemento o pieza de decoración se realza con la luz, por eso es fundamental que ésta sea protagonista en los mayores lugares posibles de un inmueble. Imaginemos cualquier salón: ¿cuál es la diferencia de que éste reciba abundante luz del exterior a que no lo haga? Nosotros diríamos que la diferencia es tan grande como para condicionar la percepción del propio salón.

Un gran ventanal hacia la calle potencia un salón de manera extraordinaria, algo muy importante si tenemos en cuenta la importancia de esta zona de la casa y la cantidad de horas que se pasan en ella. Si es posible hacer una reforma para ampliar las ventanas o los balcones de un salón nosotros la recomendaríamos siempre. Si no se tiene la suerte de disponer de un salón con grandes ventanales ni de poder reformarlo habrá que trabajar con la luz artificial para sacarle todo el partido a la estancia. Unos buenos focos LED bien situados cambiarán drásticamente el espacio y lo harán más cálido y amplio. También es importante pensar que las cortinas restan luz a un salón: sustituirlas por un estor potenciará la luminosidad del espacio.

BLANCO, COLOR ALIADO DE LA LUZ

El blanco es el color que mejor refleja la luz, de ahí que una casa con paredes o muebles blancos produzca siempre sensación de luminosidad y amplitud. Por ejemplo, en una cocina los muebles y las encimeras de color aportan un toque de alegría, pero si son blancos aportarán más luz y espaciosidad. Ubicar bien la luz artificial en la cocina será también fundamental para poder disfrutar más de ella y sentirse mejor cocinando.

Respecto a otras partes de la casa sólo el hecho de que tengan las paredes blancas hará de ellas lugares más vivos y luminosos, lo cual repercutirá en la percepción final de amplitud, simplemente pensemos en un pasillo o en cualquier habitación de la casa. Un truco: para resaltar más un espacio de paredes blancas se puede buscar un contraste poniendo el suelo con materiales en color negro o en un tono oscuro.