Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño

El Palacio de Longoria, situado en el centro de Madrid, es el edificio más representativo en la capital de la arquitectura modernista. Aparte de su bella construcción, única entre los edificios de la zona, el inmueble destaca por albergar desde 1950 la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). En cuanto a su ubicación, podemos decir que el palacio forma un triángulo entre las estaciones de metro de Chueca y Tribunal. Cuando se pasea delante de él por primera vez, lo habitual es detenerse para apreciar en detalle su curiosa ornamentación, pues como ya hemos dicho este palacete resulta una rara avis entre los edificios de la zona.

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
La bella fachada del Palacio de Longoria, un icono del modernismo madrileño

Su espectacular fachada, enclavada en un singular torreón, destaca sobre cualquier otra construcción del lugar, lo cual provoca que su estampa no pase desapercibida para el paseante. Al descubrirla uno tiene una sensación casi onírica, pues se hace extraño encontrarse de pronto con esa reja, ese balcón, esas formas sinuosas descolgándose por la piedra de la torre. Por un momento da la impresión de que no estamos en el centro de Madrid: parece que estamos casi en un lugar de cuento. Pero no, se trata del Palacio de Longoria, que hoy lo visitamos en nuestra sección Rincones de Madrid después de habernos detenido en nuestra anterior parada en la Iglesia de San Nicolás de Bari. ¿Te adentras en el palacete con nosotros?

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
En el edificio destaca su ornamentación a través de formas sinuosas

UN EDIFICIO INSPIRADO EN EL MODERNISMO BELGA

Para conocer los orígenes del Palacio de Longoria hay que retroceder hasta el año 1902. Entonces, el banquero Francisco Javier González Longoria encargó al arquitecto catalán José Grases Riera la construcción de un palacete donde poder ubicar su banco y su vivienda.

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
El palacete fue terminado en 1904 por el arquitecto catalán José Grases Riera

Y podemos decir que el banquero fue de capital importancia en la historia de este curioso edificio, pues él fue quien le pidió a Grases Riera que su encargo tuviera un estilo modernista, algo habitual en algunos edificios de la época que las clases más pudientes construían en ciertas zonas de Europa. Hay que decir que Grases Riera no solía trabajar este estilo en absoluto, pero una vez aceptó el encargo se dedicó de lleno a la construcción de este palacete que tardaría dos años en culminar, pues lo terminó en el año 1904.

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
Escalera en el interior del palacete

A pesar de que el estilo del edificio recuerda mucho a la arquitectura de Gaudí, hay constancia de que Grases Riera no tomó como referencia al arquitecto catalán, sino al arquitecto belga Victor Horta. De la estructura del palacete, aparte del mencionado torreón, podemos destacar su curiosa escalera circular, sus miradores, sus columnas con forma de palmera, y por encima de cualquier otro elemento su impresionante cúpula, rematada por una espectacular vidriera obra de la Casa Maumeján.

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
La imponente cúpula con su espectacular vidriera

UN BANCO Y UNA VIVIENDA EN UN MISMO EDIFICIO

Pero lo curioso del edificio no fue sólo su peculiar estilo, sino su uso. Como ya hemos dicho, el banquero González Longoria quiso ubicar su trabajo y su residencia en el mismo lugar, y así lo hizo.

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
El edificio lo mandó construir el banquero González Longoria para ubicar en él su trabajo y su residencia

La planta baja del palacete funcionó como banco, y la planta superior como vivienda del banquero, pero hay que decir que también existían otras dependencias que hacían las veces de auditorios, salas de fiestas e incluso un salón de baile (hay constancia de que alguna de las salas llegó a alojar orquestas que amenizaban espectáculos). Sin duda, el palacete debió de ser todo un referente en el Madrid de la época, aunque no tuvo una vida demasiado longeva, pues unos años después de su construcción, el edificio fue vendido. ¿Quieres saber a quién? ¡Sigue leyendo!

Palacio de Longoria: icono del modernismo madrileño
La planta baja del palacete funcionó como banco, y la planta superior como vivienda del banquero

¿SABÍAS QUÉ…?

En 1912 el edificio del Palacio de Longoria fue comprado por la Compañía Dental Española para albergar la residencia de su presidente, el entonces reputado odontólogo Florestán Aguilar. El montante de la operación fue de 500.000 pesetas, todo un capital entonces. En 1946 el palacete fue vendido de nuevo y reformado por completo, y en 1950 fue adquirido por la SGAE por un precio inferior a cinco millones de pesetas.

Imágenes 01, 04 y 07: Luis García

Imágenes 02 y 03: Carmelo Peciña

Imagen 05: Outisnn

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.