Haciendo la cama: 5 consideraciones

Haciendo la cama: 5 consideraciones

Hacer la cama puede parecer algo rutinario y sin ninguna complejidad, pero no lo es si nuestro nivel de exigencia es alto y buscamos el mejor ambiente para el descanso. Pocas cosas hay más placenteras que cuando entramos a la habitación de un buen hotel y vemos una cama acogedora y bien hecha que nos invita a acomodarnos y desconectar del mundo. Esa sensación también la podemos transmitir en nuestro propio dormitorio si tenemos en cuenta una serie de consideraciones. ¿Cuáles son? Veámoslas en detalle.

1. MIMAR NUESTRO COLCHÓN

Por supuesto, el colchón es fundamental: es lo más importante de una cama. Para descansar bien es imprescindible que tengamos un buen colchón: hoy en día existen en el mercado una gran variedad de colchones que nos permitirá elegir el que más nos convenza (de espuma de poliuretano, viscoelástico, de látex, con muelles…). Pero una vez lo hayamos elegido, deberemos prestarle todos los cuidados que necesita. Es muy importante que el colchón esté protegido con una buena funda, pues así evitaremos que se manche y se impregne de olores (lavar una funda es algo sencillo y rápido, mientras que lavar un colchón resulta mucho más farragoso). Deberemos darle la vuelta al colchón cada seis meses para evitar que se deteriore por una zona concreta y quede descompensado; un buen truco es aprovechar el cambio de estaciones para hacerlo, así no nos olvidaremos. Por ejemplo, podemos establecer la llegada del verano y la llegada del invierno como el momento de girar nuestro colchón (dos veces al año resulta suficiente). También deberemos ventilar el colchón con frecuencia, evitar que se ejerza demasiada presión sobre él (si tenemos niños pequeños debemos prohibirles jugar en la cama) y renovarlo cada diez años.

Haciendo la cama: 5 consideraciones
Es muy importante que el colchón esté protegido con una buena funda

2. INVITEMOS A LA RELAJACIÓN

Está demostrado que los colores claros y neutros son los que más favorecen el descanso, por ello deberíamos elegir sábanas, almohadas y cojines que vayan siempre en estos tonos. Desde luego, el blanco será siempre nuestro mejor aliado para que una cama invite al relax; si queremos dar un toque de color podemos hacerlo a través de la colcha, el edredón o los cojines, pero nosotros recomendamos que no sea un color estridente.

Haciendo la cama: 5 consideraciones
El color blanco en una cama siempre invitará al relax

3. ORDEN ANTE TODO

Puede parecer banal, pero la simple colocación de la almohada, o de un cojín, puede influir en nuestra predisposición al descanso. Por ello, es muy importante que coloquemos cada elemento de la cama con dedicación, casi con cariño, para que esa sensación de bienestar se transmita. Si no podemos permitirnos planchar las sábanas a diario como hacen en los hoteles, un truco puede ser humedecer con un poco de agua las marcas que se produzcan cuando las doblemos: de esta forma conseguiremos que desaparezcan.

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Si colocamos cojines debemos procurar que queden en armonía con el resto de elementos de la cama

4. ELEGIR UNAS BUENAS SÁBANAS Y UNA BUENA FUNDA DE ALMOHADA

Esto es clave para que nuestra cama sea realmente acogedora. Las sábanas y fundas de almohada que tienen una composición 100% de algodón orgánico marcan la diferencia; su tacto es muy agradable, y su suavidad ayuda al descanso y al confort. Asimismo, el algodón egipcio de 300 y hasta de 400 hilos es una opción excelente para tener unas sábanas perfectas. Y, por supuesto, es importante disponer de varios juegos de sábanas y cambiarlos con regularidad para que tengamos siempre sensación de limpieza y bienestar, algo que también es clave para conseguir un buen descanso.

Haciendo la cama: 5 consideraciones
Unas buenas sábanas y unas buenas fundas de almohada son claves para que la cama sea acogedora

5. ALGUNOS PEQUEÑOS TRUCOS

Al colocar la sábana bajera, debemos evitar estirar desde la esquina hacia abajo, pues normalmente esto provoca que quede un pico en la sábana. Para evitarlo podemos meter la mano en la esquina de la sábana bajera y luego darle la vuelta para que quede atrampada por el colchón. La sábana principal debemos colocarla con la parte del dibujo hacia abajo, de forma que luego al doblarla ésta quede visible. Si usamos una colcha deberemos estirarla muy bien y la colocaremos un poco más abajo del colchón para poder doblar la sábana por encima. Cuando coloquemos la sábana y la colcha debajo del colchón es interesante hacerlo desde la parte central de la parte inferior de la cama procurando atrampar la misma cantidad de sábana y colcha a cada lado. Para rematar bien las esquinas, podemos doblarlas en diagonal y meter lo que sobra bajo el colchón. Para meter la almohada en la funda podemos doblarla por la mitad y encajarla hasta el fondo de la funda; luego la desdoblamos con cuidado y la colocamos estirada. Si sobra una parte de la funda por el lateral conviene doblarla y colocarla por debajo de la almohada para impedir que se vea. Es importante evitar que en la almohada se formen arrugas para que no tengamos la sensación de que algo se va a interponer en nuestro descanso. Por último, añadimos los cojines apoyándolos en la almohada y asegurándonos siempre de que la etiqueta del cojín quede hacia abajo y no se vea.

Haciendo la cama: 5 consideraciones
Es importante evitar que se formen arrugas al colocar la sábana para crear un ambiente que invite al descanso

Imágenes 01 y 02: mrsiraphol

Imagen 03: lifeforstock

Imagen 04: alexandercho

Imagen 05: jcomp

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