La comunidad de un inmueble de lujo

La comunidad de un inmueble de lujo

La comunidad de un inmueble de lujo tiene unos gastos bastante más elevados a la de un inmueble normal debido a las prestaciones exclusivas que dispone su propietario. Bien es sabido que el gasto de comunidad de un piso suele variar en función de los servicios que tiene su inquilino. Una casa con portero, piscina o zonas de juego siempre tendrá un coste de comunidad más elevado que una que no disponga de estas prestaciones. Hace un tiempo decíamos en este blog que las zonas comunes cada vez eran más valoradas por el comprador de vivienda; el confinamiento que nos ha tocado vivir a causa de la pandemia ha creado la necesidad de ensanchar el espacio, y en muchos casos los inmuebles se han convertido en el lugar de trabajo y de ocio de sus propietarios. Esto supone un aumento en el gasto de comunidad que el propietario deberá asumir, pero ¿qué ocurre en las propiedades de alto standing? ¿Cuánto suele ser el gasto de comunidad en los inmuebles de lujo? Aunque el precio dependerá de tres factores que ahora veremos y variará considerablemente de unos inmuebles a otros, podemos hacer una radiografía que nos sirva para hacernos una idea de cuánto paga de comunidad el propietario de una vivienda exclusiva. Veámoslo en detalle.

La comunidad de un inmueble de lujo

UN GASTO DE MILES DE EUROS

Podemos decir que hoy en día la comunidad de un inmueble de lujo puede oscilar entre los 700 y los 3.000 euros al mes. Los inmuebles que se están vendiendo en la exclusiva urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón, suelen tener un gasto de comunidad que varía desde los 700 hasta los 1.000 euros. Digamos que éste podría ser el primer peldaño del gasto de comunidad en una vivienda de lujo. Pero si nos desplazamos al Barrio de Salamanca, concretamente a la promoción de viviendas exclusivas Lagasca 99, sus propietarios suelen pagar entre 1.500 y 2.000 euros al mes. Y si todavía buscamos algo más exclusivo, como es el caso de algunas de las propiedades del Complejo Canalejas, en el corazón de Madrid, la cifra mensual de comunidad puede alcanzar los 3.000 euros. Son números mareantes, pero que sirven para hacerse a la idea de lo que puede suponer el coste de comunidad en inmuebles de altísima gama. Hay tres factores que determinarán el precio; además del tipo de vivienda que se haya comprado (la comunidad se encarece en las viviendas de obra nueva), también influirán el número de inmuebles con los que cuente la promoción (cuantos menos vecinos haya, mayor será el gasto) y los servicios que tenga el propietario. La primera impresión que puede tenerse cuando hablamos de comunidades de varios miles de euros es que parece disparatado que alguien pueda pagar semejante cifra, pero nada más lejos de la realidad. Como muestra podemos decir que la mayoría de las promociones de propiedades más exclusivas que salen al mercado se venden prácticamente al momento de anunciarse. Parece claro, por lo tanto, que el gasto de comunidad, por elevado que sea, no resulta ningún problema para este tipo de comprador.

La comunidad de un inmueble de lujo

PERO, ¿QUÉ SERVICIOS SE PAGAN?

Una pregunta que seguramente muchos se harán es qué servicios se pagan en la comunidad de una propiedad exclusiva. La respuesta podría ser que casi tantos como pueda imaginarse, aunque por citar algunos podemos mencionar: seguridad 24 horas, piscina, gimnasio, jacuzzi, sala de cine, bodega, cava de puros, baño turco, sauna, fisioterapeuta, huerto urbano, club social, cuidado de niños, chofer personal y hasta túnel de lavado para lavar el coche. Además, las propiedades más exclusivas cuentan con un exquisito servicio de hotel; son las conocidas como branded residences, cuyas comunidades tienen un precio todavía más elevado. Este servicio incluye todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas (restauración, servicio de limpieza, botones, etc.). En cualquier caso, lo que más suele encarecer la comunidad de una propiedad de lujo son los gastos derivados del personal que haya que contratar (portero, seguridad, aparcacoches, jardinero, etc.), algo que también ocurre en las comunidades normales.

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