Una casa limpia y ordenada, además de contribuir a nuestro bienestar emocional, potencia la decoración del espacio y ayuda a que nos sintamos más cómodos en él. Todos los psicólogos coinciden en que la limpieza y el orden son fundamentales para que nos sintamos tranquilos y relajados; ¿te has parado a pensar alguna vez si tu casa está lo suficientemente limpia y ordenada? En su día ya hablamos en este blog del slow deco, una forma de decorar que tiene muy en cuenta el equilibrio emocional para vivir lo más relajado posible. Podemos decir que esta filosofía de vida nos sirve para describir lo que conseguimos con una casa limpia y ordenada, como así lo avalan diferentes estudios de psicólogos y expertos en bienestar y salud. Y es que, según estos profesionales, el espacio influye de forma determinante en las emociones de la persona, por eso cuando encontramos orden y limpieza a nuestro alrededor nos sentimos mucho más tranquilos y equilibrados. Podemos afirmar, por lo tanto, que la limpieza y el orden deberían ser un mandamiento en cualquier decorador, y que nuestro primer cometido para decorar una casa debería ser asegurarnos de que ésta se encuentre limpia y ordenada.

LIMPIAR Y ORDENAR TAMBIÉN ORDENA LA MENTE

Todos los psicólogos coinciden en que una casa limpia y ordenada reduce el estrés y favorece que nos sintamos más cómodos y relajados, pero además muchos sostienen que las actividades de limpiar y ordenar tienen un efecto positivo en nuestra salud, pues ayudan a que desconectemos de la rutina y a que nuestra mente se despeje. ¿Cuánto tiempo pasamos absorbidos por nuestros teléfonos, ordenadores o televisiones, por ejemplo? Aunque a veces no lo creamos, este bombardeo audiovisual al que nos exponemos nos puede generar una carga emocional negativa con la cual es conveniente romper, y organizar y limpiar nuestro entorno contribuye a ello notablemente.

En cierto modo, se trata de encontrarnos con nosotros mismos y con nuestro espacio, y de que sintamos que somos más libres; una forma de lograrlo es contribuir a que haya orden y limpieza a nuestro alrededor. En este sentido, la organización es clave para que sintamos que el espacio que nos rodea está en armonía con nosotros mismos. Hay pocas sensaciones más placenteras que entrar en un salón donde todo esté limpio y ordenado; esa impresión de que un espacio es acogedor sólo se consigue si sentimos que no hay suciedad ni desorden a nuestro alrededor. Por supuesto que deberemos buscar la decoración apropiada para que el ambiente tenga nuestro sello y quede a nuestro gusto, pero una buena limpieza y un orden exquisito deberían ser siempre nuestro punto de partida.

MEJORANDO NUESTRA SALUD

Los psicólogos y profesionales del bienestar emocional afirman que un espacio limpio y ordenado de alguna manera también nos limpia y nos ordena a nosotros mismos: en él somos capaces de pensar con más claridad y sentimos que nuestra capacidad de concentración aumenta. Es decir, que los efectos positivos de una casa limpia y ordenada, van más allá del inmueble y repercuten en nuestra salud, lo cual debería ser un motivo suficiente para que nos propusiéramos limpiar y ordenar nuestra casa con frecuencia.

Los expertos también advierten de que una casa dejada, con suciedad y desorden, suele ser indicador de un síntoma depresivo que debería tratarse, lo cual nos sirve para ser conscientes de la importancia que tienen el orden y la limpieza en una casa.