El Teatro Calderón, ubicado en pleno corazón de Madrid, es uno de los teatros más destacados de la capital. Muy cerca de la Puerta del Sol, este teatro centenario sigue acogiendo espectáculos como si no pasasen los años, y hoy en día es todo un referente en el ocio de los madrileños. Si echamos la vista atrás, observamos que en el Siglo de Oro grandes figuras de la literatura española como Lope de Vega, Calderón de la Barca o Tirso de Molina acercaron el teatro a la población madrileña, que respondía con entusiasmo a todas las obras que se estrenaban en la capital. Además de un gran entretenimiento, el teatro supuso una nueva forma de relacionarse entre la sociedad madrileña.
Gracias al teatro los madrileños se divertían y se socializaban, y los autores y los intérpretes empezaron a tener unos ingresos recurrentes. Con este auge del teatro cada vez se inauguraban más salas en la capital para representar todas las obras que se creaban. Ya hemos hablado en este blog del mítico Teatro Real, del Teatro de la Zarzuela, o del Teatro Pavón, pero hoy nos toca hablar del Teatro Calderón, una sala insustituible del centro de Madrid, pues en ella tienen lugar representaciones que siguen congregando regularmente a miles de madrileños. ¿Te apetece que la visitemos?
UNA SALA INCOMPARABLE
El Teatro Calderón se sitúa en el número 18 de la calle Atocha, enfrente de la Plaza de Jacinto Benavente, cerquísima de la Puerta del Sol. Fue inaugurado en 1917 con el nombre de Teatro Odeón en un precioso edificio que aún se conserva. En él destaca su espléndida fachada, con elementos decorativos de estilo clásico y moderno y un característico torreón. El edificio fue construido por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga, y muy pronto suscitó la curiosidad de los madrileños, pues pocas construcciones de la ciudad tenían su belleza y su elegancia.
Levantado donde antes estaba el extinto Convento de los Trinitarios Calzados, el recinto tenía una capacidad que superaba el millar de espectadores. Un año más tarde fue adquirido por el Centro de Hijos de Madrid, y pasaría a llamarse Teatro del Centro. En él se representaron las obras más importantes del momento y tuvieron lugar todo tipo de homenajes, conciertos y actos sociales. No había otra sala en Madrid que pudiera compararse al Teatro del Centro en lo que a prestaciones se refiere: había calefacción en todo el edificio, lujosos muebles, baños, guardarropas, grandes salones y hasta una peluquería para dar servicio a todos los madrileños que acudían al teatro. Fue en 1927 cuando el teatro paso a manos del Duque del Infantado y, después de una importante reforma, cambió su nombre por el de Teatro Calderón, con el que actualmente se le conoce.
OBRAS LÍRICAS Y MUSICALES
Dadas sus dimensiones, el Teatro Calderón ha sido usado en numerosas ocasiones para representaciones líricas. Obras de zarzuela, ópera, copla y revista han tenido lugar en él a lo largo de las décadas. Últimamente se representan importantes musicales, tanto nacionales como internacionales. Además de su patio de butacas, sus palcos y sus dos anfiteatros, destacan su hall circular (un espacio de techo alto decorado con preciosas vidrieras policromadas y una imponente lámpara) y su sala de ensayos (con un enorme espejo que potencia la sensación de amplitud en el lugar).
¿SABÍAS QUÉ…?
El 29 de octubre de 1927 el Teatro Calderón abría sus puertas con su nuevo nombre, y para la ocasión se representó la obra La Otra Honra, de Jacinto Benavente. Hoy, la plaza que lleva el nombre del dramaturgo madrileño se ubica justo a los pies del teatro.
Fotografía 01: Luis García
Fotografía 02: Fred Romero
Fotografía 03: Madrid es Teatro
Fotografía 04: José Luis Quintanilla
Fotografía 05: BrodwaySpain