La vivienda sigue siendo considerada como la propiedad más preciada para la mayor parte de los españoles. Según un informe realizado recientemente por el Banco de España, el 80% de las familias españolas reside en una casa que es de su propiedad y considera que ésta es su principal activo. Estos datos no sorprenden; de hecho, cuando semanas atrás hablábamos en este blog del actual comprador de vivienda ya decíamos que los españoles siguen considerando hoy en día su casa como un valor refugio. No resulta extraño que en nuestro país la vivienda se revalorice mes a mes, pues los españoles creen que una casa, además de ser un bien de primera necesidad, es la forma más segura de realizar una inversión cuando se dispone de un capital. El informe que nos ocupa refleja que incluso el sector más modesto de la sociedad opta por ser propietario (se calcula que un 69% de los hogares españoles más desfavorecidos tienen su vivienda en propiedad). El informe también refleja que dentro de ese sector de la población que cuenta con menos recursos su casa supone el 87% de su riqueza, e incluso hay un 26% de ese sector que dispone de una segunda residencia u otro activo inmobiliario. Por su parte, un porcentaje muy elevado de la población que cuenta con más recursos tiene segundas residencias (se calcula que hasta el 75%). Podemos decir que, a pesar de la grandes diferencias entre los pobres y los ricos en España, ambos destinan gran parte de sus recursos económicos a activos inmobiliarios.

COMPRAR ANTES QUE ALQUILAR
El hecho de que el precio del alquiler siga en una escalada que parece no tener fin es un aliciente importante para que cada vez más españoles se decidan por la compra. La idea de que comprar una casa también es invertir está cada vez más arraigada entre los españoles, lo cual hace que cuando se dispone del capital necesario, el español se decante por la compra. Según el informe del Banco de España, el 69% de los españoles con menos ingresos dispone de una primera vivienda. Hay que decir que muchos españoles consideran que la forma más tranquila de llegar a la jubilación es la de tener la casa pagada, de ahí que se planteen la compra pronto para poder pagarla cuanto antes. El principal problema es para los jóvenes, que no tienen nada fácil el acceso a la vivienda; así lo refleja el informe, que dice que en 2020 sólo el 36,1% de los menores de 35 años tenía una casa en propiedad. Este dato contrasta con el de 2011; entonces, aún con los ecos del estallido de la burbuja inmobiliaria, un 69,3% de los jóvenes españoles estaba hipotecado.

INCENTIVAR LA COMPRA DE VIVIENDA
La nueva Ley de Vivienda está pensada, entre otras cosas, para ayudar a los que tienen más dificultades para acceder a una casa (algo que está por ver si dará resultado). Existen muchas voces discrepantes respecto a la limitación de precios en el alquiler que impone esta ley; lo que parece claro es que son necesarias políticas que incentiven una mayor oferta para la compra, pues hoy en día comprar un inmueble en nuestras grandes ciudades (especialmente en Madrid y Barcelona) resulta cada vez más complicado. A su vez, el aumento de la demanda del alquiler por parte de los jóvenes (que son incapaces de comprar) provoca un aumento en los precios, lo cual origina una especie de pescadilla que se muerde la cola. Veremos si finalmente estos problemas pueden resolverse, pues son cuestiones fundamentales, ya que la vivienda sigue siendo considerado como el principal activo de los españoles.
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